Tinturas cannábicas. Cultivar es la terapia; los cogollos la medicina
¿Cuánta gente no vio a sus padres o abuelos trabajar la tierra para cultivar sus propios vegetales? ¿Qué tan sabrosos eran? ¿Cuán bien se siente saber que alguien cercano e importante en tu vida toma control de la situación, pone comida no toxica en la mesa y la sirve a los miembros de la familia? Los mismos sentimientos se aplican a quienes cultivan su propia cannabis con sus propios métodos.
Por Shantibaba / Traducción: Fernando Costa
Es hora de preocuparse (y ser directamente responsables) por la producción de marihuana para auto medicarse. Es tiempo de dejar de confiarle ciegamente nuestra salud a las grandes empresas farmacéuticas. Es tiempo de invertir en hacer cada uno sus propios cultivos con el fin de usar el cannabis para hacer un medicamento sencillo de producir, de larga durabilidad y eficiente aliviando diferentes malestares. Al ser un buen jardinero, uno se convierte en una persona consciente, que toma una aproximación holística para ayudarse a si mismo y al resto.
Cuando la primavera está sobre nosotros y el verano a la vuelta de la esquina, es el momento cuando se debe preparar el crecimiento de nuestra propia marihuana medicinal. Incluso si nunca han cultivado una semilla, si siguen estos pasos básicos y los adaptan a su entorno particular, serán bien recompensado por los dones de la Madre Naturaleza.
Cultivar no es para todos, pero a través del deseo de producir cannabis, mucha gente que pensaba que el objetivo final era cortar la planta se han sorprendidos, junto a sus amigos, por todo el proceso de crecimiento, floración y cosecha de una planta. Eso es lo que lo hace gratificante y terapéutico.
Asumamos que queremos producir seis plantas hembras, fáciles de mantener, movilizar y cosechar a finales del verano. No queremos que nuestras plantas superen la baranda del balcón. No querríamos que todas nuestras visitas sepan lo que hacemos.
Necesitaremos de diez a quince maceteros de 6 litros (maceteros más grandes requieren menos mantenimiento mientras la planta madura, es mejor usar de 10 litros). Tres cuartos de cada macetero se debe llenar con tierra para cultivar. Recomiendo una mezcla de dos partes de tierra por una de fibra de coco. Sólo tierra del jardín está bien, pero la fibra de coco esterilizada permite que el aire circule de mejor manera entre las raíces de las plantas, lo que generalmente da como resultados una ejemplar de florecimiento saludable. Además uno debe poseer la certeza de que la mezcla tiene el pH y electroconductividad controlados. La tierra de jardín difiere mucho de lugar en lugar, además de tener semillas de maleza que podrían crecer más que el cannabis en su primera etapa.
Si la mezcla de tierra con fibra de coco viene en bolsas de 60 litros y deseas llenar 10 maceteros de 6 litros, vas a necesitar comprar 2 ó 3 bolsas, para tener en caso de emergencia.
Escoger una semilla es la siguiente decisión importante. Una variedad que termine a finales de marzo hasta principios de abril, que produzca cogollos que crezcan con facilidad y de un buen rendimiento en un clima mediterráneo, como el de Italia o el de Chile. Los cogollos no deben crecer muy altos y deben ser capaces de mantenerse. De septiembre a finales de febrero es nuestro periodo de crecimiento / floración.
Puesto que Chile tiene un clima mediterráneo, la mayoría de las variedades crecen bien, pero no todas terminan de madurar a tiempo. Como regla general, en las zonas del norte de Europa predomina el uso de índicas, mientras que en las zonas del sur no hay una que predomine por sobre la otra. Eso si, cuanto mayor es la influencia índica en una variedad, es probable que termine la maduración antes de verse afectada por el clima de invierno.
El trabajo más difícil del cultivo es escoger las semillas y llenar en los maceteros con la mezcla de tierra con fibra esterilizada de coco. Una vez hecho, aquello, hay que hacer un agujero con el dedo, de unos 5 centímetros, colocar una semilla y cubrirla con cuidado. Repetirlo para todos los maceteros, luego se deben regar por completo. Se pondrá más pesado, pero con la humedad necesaria para tener que regarlo sólo un par de veces a la semana (o cada vez que se seque demasiado).
Hay que asegurarse de que el brote no va a quedar en la luz solar directa a las horas más calurosas del día porque se puede quemar. Recibirla en forma indirecta al mediodía ayuda a la planta a establecerse durante sus primeras etapas de crecimiento.
Desde finales de septiembre a la segunda quincena de noviembre la planta necesita ser regada con agua mezclada con algún abono rico en Nitrógeno. Luego, se debe cambiar a uno que tenga Fósforo. Con abonar una vez a la semana basta, usar más, no necesariamente significa una planta más saludable.
Regar el macetero una vez a la semana con un buen abono mezclado en el agua, el resto de las veces con agua pura. La genética de la variedad es la que controla el potencial de la planta, más que los elementos externos como los abonos o la luz solar.
En la medida que las plantas crecen y se estabilizan, comenzarán a parecerse a unos saludables arbustos. Es posible doblarlas haciendo un corte en la parte más creciente del tallo central. De esa forma, el crecimiento será más lento y esparcido, como un arbusto en vez de una cola larga. Pero no se debe doblar después de la quincena de noviembre, porque se afectará el ciclo de floración de forma negativa.
Como las horas de luz, paulatinamente se redujeron a un ciclo de 12/12, la planta comenzará a mostrar su sexo. Los beneficios medicinales de la planta se encuentran en los cogollos femeninos, por lo que se debe eliminar cualquiera que muestre signos masculinos, de lo contrario, polinizarán rápidamente a las hembras, las que producirán semillas en vez de flores.
A medidas que las flores se van desarrollando, van adquiriendo un olor más denso y compacto. Cualquier variedad que tenga skunk en ella, generalmente está lista de 6 a 7 semanas con un ciclo de 12/12. Si en diciembre o enero ya pudiste averiguar el sexo de la planta, en unas 6 a 7 semanas la planta debiera estar lista, dependiendo de la variedad dominante.
Para finales de marzo y comienzos de abril, los cogollos deberían estar cercanos a su punto, es entonces cuando se deben cortar y colgar las ramas, dejándolas secar lentamente en espacio fresco y bien ventilado, tal como se hace con otras hierbas o con el tabaco. Esto nos asegura que la planta tendrá suficientes terpenos y cannabinoides útiles, así como también habrá reducido la clorofila durante el secado, quedando perfecto para la última etapa de este proyecto: hacer una tintura de marihuana para automedicarse.
Hacer una tintura básica de marihuana requiere paciencia, pues nos va a tomar otro mes hasta que esté completa. Los cogollos que se han secado lentamente, se deben sumergir en un recipiente donde queden totalmente cubiertos por alcohol de frutas puro (alcohol comestible). Una vez a la semana hay que agitar el recipiente y luego dejarlo que se estabilice. Así, los terpenos y cannabinoides de los cogollos se soltarán y diluirán en el alcohol.
Luego de un mes, el líquido, ya de color verde, debe ser colado cuidadosamente, quitando todos los restos de planta. Listo, ya tienes una tintura de cannabis que te permitirá aliviar síntomas como falta de apetito, depresión, glaucoma, stress pre-menstrual, dolor de cabeza, artritis e insomnio.
Eso si, hay que ser cuidadoso y trabajar con la dosis correcta. Se debe comenzar por tomar 3 gotas en un día, si no hay efectos notorios, entonces al día siguiente toma 4 y así continúa hasta encontrar la dosis que te ayude en tu dolencia particular. La tintura es perfecta para los no fumadores y mucho más efectiva que fumar cannabis.
Acabas de conocer los pasos básicos para cultivar y producir tu propia medicina. Sabes qué vida tuvo tu planta y qué sucedió mientras se convertía en tintura. Te preocupaste lo suficiente como para desafiar a las compañías farmacéuticas siguiendo todos los pasos para garantizar la calidad del producto final. Ahora tomaste tu vida en tus propias manos y debes ser responsable por lo que hagas y lo que uses – eso es terapéutico y medicinal.