Para aquellos que quieren comenzar un cultivo indoor, hoy veremos algunos tips para escoger la luz que utilizaremos.
La primera opción es ocupar lámparas de descarga de alta intensidad (HID), como lo son los focos de sodio de alta presión (HPS) y los haluros metálicos (MH). La combinación de estos dos focos es sin duda una de las más efectivas; el haluro es excelente para la fase de crecimiento, y el sodio para la floración, ya que sus espectros se acercan mucho a las condiciones de primavera y verano.
El problema es el precio de los kits, el aumento de consumo eléctrico y la temperatura, que nos obligarán a tener un sistema de extracción en el cultivo y alejar las plantas de los focos para evitar que se quemen. Pero la planta tendrá toda la luz que necesite, lo que nos asegura una producción excelente.
También hay quienes utilizan luces fluorescentes, que tienen grandes ventajas por precio y consumo energético, pero que lamentablemente no son idóneas para el periodo de floración de la planta y para las últimas etapas vegetativa s del cultivo. Puedes utilizarlas para mantener esquejes o para las primeras semanas de crecimiento, ya que aportarán la luz necesaria para que nuestra plántula se desarrolle correctamente y no sufra por el calor y la potencia emitida por los sistemas de descarga de alta intensidad.
Otro tipo de iluminación que podemos tener en cuenta son los sistemas LED, los cuales tienen grandes ventajas por su bajo consumo y eficiencia energética y lumínica. Generan luz en los espectros que la planta utiliza, no generan calor en exceso, lo cual nos permite acercarla mucho a las plantas. Además, no es necesario un balastro u otro instrumento para hacerla funcionar, solo la cuelgas, enchufas y listo.

Si podemos mezclar HPS y LED en la etapa de floración podríamos obtener lo mejor de ambos métodos y aumentar la producción de nuestro cultivo considerablemente.
Por Señor Bigotes.