El gobierno de Tailandia está promoviendo el cultivo de cannabis como fuente de ingresos para agricultores locales. De esta manera el país continúa avanzando hacia una legalización total.
Según informa la agencia Reuters, la alta funcionaria del gobierno tailandés inicio la promoción sobre el uso de cannabis como cultivo comercial para los agricultores del país. La portavoz adjunta del gobierno, Traisulee Traisoranakul, señaló: “Todos tienen derecho a cultivar marihuana al asociarse con hospitales provinciales para uso médico”.
«Esperamos que el cannabis y el cáñamo sean un cultivo comercial principal para los agricultores»
En Tailandia, el cannabis medicinal es legal desde el 2018, siendo el primer país en el sureste asiático en avanzar hacia una legalización. Lo que resulta destacable para una región que cuenta con algunas de las leyes más severas del mundo sobre posesión de drogas.
Más adelante, en el 2020, se avanzó en la regulación del cannabis eliminando de la lista de narcóticos partes de la planta, como tallos, fibras, ramas, raíces y extractos de la planta que contengan cannabidiol y menos del 0,2 % del componente psicoactivo THC. Un progreso que ha facilitado el desarrollo de una agroindustria cannábica.
«Esperamos que el cannabis y el cáñamo sean un cultivo comercial principal para los agricultores», dijo la portavoz adjunta del gobierno tailandés.

Desde la promulgación de la nueva ley en Tailandia, un total de 2.500 hogares y 251 hospitales provinciales han cultivado casi 15.000 plantas de cannabis bajo la vía regulada. Es decir, todas las personas que cultivan cannabis en sus hogares y quienes posee cultivos a mayor escala, tienen que cumplir con determinados criterios médicos, además de los respectivos permisos gubernamentales.
Además de las asociaciones con hospitales, las otras entidades que pueden solicitar licencias para cultivar cannabis incluyen universidades, profesionales médicos, profesionales de la medicina tradicional y empresas comunitarias, según indica la ley promulgada el año pasado. También se puede usar en alimentos y bebidas en restaurantes, siempre que provenga de un productor aprobado por las autoridades.