Mientras en algunos países aun se debate sobre la despenalización del consumo medicinal de cannabis, en otros lugares que ya cuentan con un avance sobre el uso personal de la planta, se están generando espacios concretos que permiten un acceso regulado y seguro de marihuana medicinal y recreativa.
Este es el contexto que se está generando en España, luego que la Ley Antitabaco del 2011 sentara jurisprudencia para la existencia de clubes cannábicos. Estas comunidades se han multiplicado en Cataluña con 162 grupos de usuarios y Madrid con más de 40. Así mismo en el País Vasco con 119 y las Canarias con 69.
Para ser parte del club cada usuario debe realizar una declaración jurada sobre la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, según un artículo del código penal y dos de la constitución, además de pagar un aporte de 30 euros anuales, que serían unos 33,69 dólares. Con este aporte, además de mantener el local, se asegura asesoría legal y sanitaria.
El requisito para ingresar a un club es ser invitado por un socio y rellenar un formulario que dé cuenta del consumo habitual, ya sea por uso recreativo o medicinal. Pero lo más importante, para hacer retiro del preciado producto, se hace por medio de un aporte máximo de 3 euros (3,37 US), esto para controlar la cantidad que se retire. Esta es una de las formas más seguras de adquirir cannabis, no solo en términos legales, sino también de salud, dando la instancia para ser un usuario responsable.