Obesidad: ¿influye el consumo de marihuana en la epidemia del siglo XXI?
Según el último informe de las naciones unidas, cerca del 15% de la población chilena entre los 15 y 64 años de edad, consumió marihuana al menos una vez en el último año, lo que ubica al país en el tercer lugar a nivel mundial, sólo tras Israel y Estados Unidos, en el consumo de cannabis.
En tanto, el mismo organismo, a través de la FAO, revela que dentro de América Latina y el Caribe, existen unas 250 millones de personas que tienen sobrepeso, cerca del 60% de la población total de este espacio geográfico. En Chile, el 30% de las mujeres y el 25% de los hombres mayores de 18 años presenta algún grado de obesidad, encabezando el ranking regional.
Si bien no podemos establecer una relación causal entre ambos datos, sí podemos inferir, que de ese 15% de consumidores chilenos de cannabis, una gran parte de ellos presentan sobrepeso y también obesidad. Aunque estudios anteriores mostraban alguna relación entre el consumo de cannabis y la pérdida de peso, esto no ha sido demostrado.
Relación obesidad/consumo de cannabis
El estereotipo del marihuanero reduce al consumidor a un tipo vago y flaco que deambula errante por las calles con la mente en las nubes. Sin embargo, sabemos que la realidad es muy diferente y variada. El consumo es transversal a estados de salud físicos y psicológicos.
Si consideramos que la mayoría de la población chilena tiene sobrepeso y buena parte de ella alcanza niveles de obesidad, no es de extrañar que muchas de esas personas consuma marihuana de forma recreacional o medicinal.
Enfermedades como la depresión, la diabetes, dolores musculares y articulares derivados del exceso de peso, tienen en varias ocasiones su origen en la obesidad y pueden ser tratadas a través del cannabis, por lo que existiría una relación concreta de consumo por parte de personas obesas.
Sin embargo, también existen riesgo, como el hecho de fumar la hierba. Está demostrado que el acto de fumar aumenta los riesgos de sufrir accidentes cardiovasculares, lo que se suma al riesgo que el sobrepeso y obesidad generan a estas afecciones, por lo que pueden haber contraindicaciones al respecto. Existen, por tanto, alternativas como los vaporizadores.
La función del THCV
Si existe un cannabinoide para bajar de peso es una de las preguntas que se han realizado médicos y científicos en los últimos años. El estudio de los cientos de cannabinoides presentes en la planta de marihuana ha llevado a analizar de forma aislada la tetrahidrocannabivarina o THCV.
Y es que es innegable, y así lo demuestran los estudios, de que el componente psicoactivo de la planta, el THC, genera apetito entre sus efectos más inmediatos luego de su consumo. Los bajones son clásicos entre los consumidores de cannabis y muchas veces la saciedad no es una opción para el organismo capaz de devorar hasta el más duro de los panes añejos.
Pero la misma planta proporcionaría el compuesto adecuado para contrarrestar este efecto y ese sería el THCV. El cannabinoide produciría el mismo efecto que el medicamento Rimonobant, utilizado en tratamientos contra la obesidad dada su capacidad de inhibir el apetito de quienes lo consumen.
Según los estudios realizados en ratas de laboratorio sobre este compuesto, este actuaría de manera aislada al THC y al CBD, por lo que es ese el proceso que debe perfeccionarse y mejorarse hipotéticamente para encontrar soluciones a este tema.
El consumo de este cannabinoide podría aportar de manera significativa al desarrollo del cannabis medicinal, ya que la obesidad es considerada una de las epidemias del siglo XXI debido a las decenas de enfermedades asociadas a esta condición.
No podemos establecer actualmente una relación entre el consumo de cannabis y el aumento de la peso en la población, pero si podemos adelantar que el trabajo científico ha encontrado alternativas para, al menos estudiar un tratamiento, en la misma planta que habitualmente se relaciona a los clásicos atracones.