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Mujeres cultivando: Consejos desde el valle de Marga Marga

Se va marzo y al fin vemos aparecer entre risas y salivación neuronal el ansiado mes de abril. A inicios del mes pasado se oyó el grito femenino en toda la franja larga y angosta llamada Chile. Ciertamente marzo huele a hembras y sobre todo a esas hembras que todos esperamos pronto fumar y si bien no es un buen mes para muchos, por la cantidad de gastos que implica, el ingreso a clases o la vuelta al trabajo; hay algo muy bueno que se trae «entre manos» este periodo, para los que gozamos de nuestra planta amiga, es el mes donde podemos observar como frutos lo que en septiembre fue solo un proyecto.

Por Rosa Navarrete

Nuestras flores en abril están prontas a culminar su proceso. Al igual que otro árbol que da frutos, sino cosechamos a tiempo, podemos llegar a tener un producto de mala calidad o de efectos no deseados.

Para referirnos a estos y otros tips, nos hicimos asesorar por algunas destacadas cultivadoras que encontramos en un valle central de nuestro país.

En la V región, nos adentramos un poco desde las playas de Viña hacia lo que nos refieren como «el interior» y encontramos el valle de Marga-Marga, que va desde Quilpué hasta Olmué, pasando por Villa Alemana y Limache, colindando con uno de los valles que históricamente ha producido más cannabis en Chile, este es, el valle de Aconcagua, con los famosos cultivos industriales de cáñamo que datan desde la Colonia. Una de las hipótesis respecto a la raíz histórica y etimológica del nombre de este valle, habla de su origen a partir de la expresión «malghen-malghen» que significa «mujer-mujer», para recalcar el trabajo que ellas hacían en la cadena de extracción de oro en todo el recorrido que hace el estero que cruza el valle y lleva el mismo nombre «Marga-Marga». Como coincidencia o no, es precisamente en este lugar donde dimos con cultivos nutridos y trabajados precisamente por ellas, las hembras del lugar.

Instinto maternal

Como buenas mujeres saben y escuchan la intuición en el cuidado de la vida y así como a un hijo se le cuida y se le brinda lo necesario para que sea la mejor versión de sí mismo, así también hay que proveer a las plantas lo óptimo para que cada una muestre y desarrolle todo el vigor y potencial inmanente que trae desde la semilla.

Nos invitan a concebir el cuidado de las plantas con el mismo rigor con que se gesta la vida, cada semilla es un potencial ser vivo que requiere de toda nuestra asistencia en su ciclo vital, y si germinas 3, 10 o 100 semillas de la misma variedad, cada una expresará su particularidad como el ejercicio de la vida lo exige; puedes tener 10 hijos, criados igual, alimentados igual y sin embargo cada uno es único, el cultivo no es ajeno a esta regla básica de la vida, donde el fuerte es la propia diversidad interna de asociación genética natural. En este sentido no esperemos de estas sugerencias una receta, porque no la hay, son simplemente perspectivas distintas de mujeres que ya poseen muchos cultivos a su haber.

Nutrientes

Si como madre u observador del proceso viste lo importante que es el amamantar, sabrás la importancia que tiene el agua con la que riegas tu jardín, no solo como hidratación, sino como el vehículo por el cual nutrimos nuestras plantas en cada etapa de crecimiento y desarrollo. N (Nitrógeno), P (Fósforo), K (Potasio) o macro elementos primarios, son los que encuentras en todos los fertilizantes de plantas y son la base de la alimentación del mundo vegetal, lo apropiado para esta etapa son valores de NPK de 0-13-14 o 0-25-32, ya que es necesario darle aportes bajos de nitrógeno, por eso su aporte N es 0, pues inhibe el crecimiento de nuestras flores, teniendo eso claro, no será raro que nuestra planta en el último periodo de la floración tenga sus hojas amarillas hasta que finalmente caigan dejando solo las flores.

En este punto Javiera Merlo, cultivadora que combina saberes de la vinicultura y la cannabicultura, fusionando estas dos pasiones tanto en la cata organolépitaca de flores como en el apego y conocimiento de la agricultura orgánica, indica que «es importante mantener la ventilación adecuada y preocuparse del retiro de las hojas secas que son las que pueden generar los focos de hongos en los cultivos, hay que estar siempre revisando la planta, observándola, uno mismo va aprendiendo lo que la planta necesita».

Y uno de los elementos que más necesita en la última fase de floración son aportes altos de fósforo y potasio. ¿Cómo lo hacen estas chicas en sus cultivos?: al igual que prepararon el alimento de sus retoños, recomiendan hacer té de plátano por ser rico en potasio y ayudar a que nuestras plantas tengan más y mejor calibre en las flores.

Fabiola Campos, terapeuta cannábica de larga trayectoria y asesora de pacientes y cultivos medicinales en Fundación Daya Quilpué, agrega que «el té de plátano mezclado con azúcares naturales, chancaca o miel, diluido en el agua de riego será un alimento muy óptimo para engrosar las flores y además como producto natural no deja luego residuos en el sabor o ese picante que a veces tienen las flores por el uso de otro tipo de fertilizantes».

Factores de riesgo

La Gran Faty, nuevamente y por 5° año consecutivo junto a sus ejemplares de 3 mts. y sus 50 años de cultivadora como argumentos irrefutables, repara en que «hay que poner atención en el clima, este año ha habido problemas con la maduración de las flores en la zona, ya se iniciaron días fríos y algo húmedos y posibles lluvias por lo que maduran más lento y además aumenta el riesgo de botrytis, hay que cubrir las plantas y si se humedecen o mojan hay que sacudirlas e intentar secarlas porque si queda toda el agua ahí es muy probable que pierdas muchas flores por el hongo».

En caso de que lleguen trips, arañas u otro tipo de amenazas Fabiola indica que «lo mejor es aspirar la planta, utilizando una botella en la manguera de la aspiradora, para esto se corta la base de una botella desechable y desde el gollete unimos a la manguera y así ensanchamos el foco de aspirado, pudiendo sacar los bichos sin dañar nuestras flores, no se puede aplicar otro tipo de control porque todo eso quedará y lo terminaremos consumiendo».

El momento indicado

En este punto la relevancia que toma la observación es radical, es necesario tener en cuenta que el punto de corte de las flores o el momento de cosecha depende de lo que buscamos en ellas, de ahí que es distinto cortar una fruta para jugo, para mermelada o para licor, de la misma manera pasa con los cogollos, el momento lo determinamos nosotros poniendo mucha atención en los tricomas. La Gran Faty dice que «hay que ver siempre con la lupa los tricomas, es ahí donde tenemos que decidir, cuando están la mayoría entre transparentes y blancos aún le falta, si están blancos y lechosos la mayoría, los componentes activos de la planta están al máximo, por lo tanto si queremos cogollos psicoactivos ese es el momento, si se busca en ellos efectos relajantes y sedantes entonces es mejor esperar a que la predominancia sea de tricomas ambar, no negros, si están muy oscuros ya se nos pasó y el efecto será demasiado narcótico».

Si antes de la cosecha notamos que nuestra planta en su diversidad nos dio semillas por ser hermafrodita, no es del todo desesperanzador, Fabiola desde su actividad terapéutica nos cuenta del potencial alimenticio que tienen estas semillas «comer germinado de semillas de cáñamo orgánico, en jugos de fruta o en ensaladas de forma cruda, tiene muchos efectos antiinflamatorios, sube el sistema inmunológico y posee diversos aportes nutricionales muy buenos para mantenerse sano».

Observar y prevenir.

Javiera con toda la experiencia que tiene en cultivos comunitarios advierte que «hay que tener en cuenta que todo lo que le ponemos a nuestra planta se va a reflejar en sus flores las que estaremos consumiendo diariamente ya sea como medicina o de cualquier otra manera, por lo tanto es necesario preocuparse por tener un producto de alta calidad» y así como evitamos dar nutrientes tóxicos o artificiales a nuestros pequeños, así también con las plantas siempre hay que preferir los alimentos orgánicos.

Además agrega que «hay que adaptarse al medio de cultivo y saber convivir con las plagas haciendo un manejo preventivo de ellas, eso es eficaz con datos de control de plagas y enfermedades, adecuando nuestro espacio de cultivo para las condiciones que buscamos. Hoy existe la tecnología e información suficiente para controlar la temperatura, humedad o ventilación. Para el tratamiento de ácaros u otro tipo de enfermedades, nosotros recomendamos el uso de bipesticidas, productos orgánicos y tratamientos mecánicos cuando la flora está avanzada y no se puede usar ningún producto».

Nuestras tres cultivadoras coinciden en que es necesario también observar y atender los ciclos y ritmos lunares de la agricultura biodinámica, esta es una herramienta natural de la misma tierra que simplemente estaremos usando a favor del mejor crecimiento de nuestra planta.

Finalmente luego de desearnos los mejores resultados y experiencias de abril, como conclusión y adhiriendo a todos los movimientos que realzan la figura femenina en las diversas actividades de la sociedad, nos invitan a sumarnos e informarnos respecto del proyecto de «Ley cultivo seguro» con la consigna de «no más presAs por plantar», porque aún hoy las madres que buscan medicina cannábica para los diversos tratamientos de sus hijos, siguen arriesgando penas de cárcel y quedándose sin medicina en los procesos policiales que insisten, de forma arbitraria y desinformada, en confundir el cultivo con el tráfico de drogas.

Por eso, deseamos entre risas al sistema judicial y penal «¡que se mejore!».