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Medicina cannábica para animales: Una respuesta a las enfermedades de nuestras mascotas

El uso de cannabis no solo se reduce para la medicina en humanos. En Chile existió el caso de Nicky, un perro de Arica cuya familia trató su epilepsia con aceite a base de marihuana. Debido al interés en buscar alternativas para mejorar la calidad de vida de las mascotas, Francisca Medina, médico veterinaria en Fundación Daya, inició en el 2017 atenciones a domicilio en Santiago, para tratar a perros y gatos con distintas patologías.

Hace años que la cannabis se abre paso en el mundo de la medicina. Cada vez son más las personas que la usan de forma terapéutica y se van sumando países que la legalizan con ese fin. Gracias a los resultados positivos que ha presentado hasta el momento, surgió la duda con respecto a su uso en mascotas con enfermedades degenerativas como el cáncer, epilepsia y otras enfermedades que provocan dolor.

Nicky, fue el primer perro en usar aceite de cannabis con la que la veterinaria Tatiana Rivera, quien trató su epilepsia refractaria en Arica. Debido a los buenos resultados que tuvo, Francisca Medina, médico veterinaria de la Universidad de Chile, se sumó a Fundación Daya para aprender cómo aplicar estas terapias en gatos y perros que sufren distintas patologías. En esta entrevista, explica cómo son los tratamientos y lo dificultoso que ha sido para ella y sus colegas, el avance en materia de estudios e investigaciones, debido a la falta de financiamiento y legalidad en el tema.

¿De qué trata la medicina veterinaria con cannabis?

La medicina veterinaria con cannabis se parece mucho a los tratamientos que se hacen en humanos. En el sentido que los preparados son similares, se hace más o menos la misma concentración. Lo que sí por ejemplo, hay preparados en las mascotas que no se pueden usar, como los preparados en alcohol, comestibles con leche y ese tipo de cosas. Nosotros tratamos de aprovechar la planta, los cogollos principalmente, y vamos variando en cuanto al porcentaje de THC, CBD, recomendando variedades según la patología del animal.

¿Cómo se utiliza la marihuana?

Utilizamos el cogollo porque es lo que tiene más porcentaje de cannabinoides. En materia seca, o si uno descompone el cogollo, un 20% de la flor son cannabinoides. Versus las hojas que tienen de 0,5% a 3%. Entonces, para igualar un cogollo tienes que tener 20 veces la cantidad en hojas. Se pueden hacer otras preparaciones como té de raíces y ese tipo de cosas que tienen un poder más calmante o ansiolítico. Los preparados se hacen principalmente macerados en aceite y preparaciones de resina.

¿Qué enfermedades se pueden tratar?

Hemos atendido pacientes con epilepsia principalmente, convulsivos por distemper, con secuelas del distemper, artritis y artrosis en edades más avanzadas, dolores por hernias lumbares, displasia de caderas, casos oncológicos, osteosarcomas y fibrosarcomas. También he atendido gatos con sida felino. He escuchado buenos resultados con enfermedades autoinmune como el lupus, pero personalmente no atendido casos así. En general esas son las áreas; neurológico y epilepsia que es lo más que podemos tratar, porque el cannabis es anticonvulsivante. Además del poder analgésico que tiene el cannabis, también es muy buen estimulador del apetito y mejora el estado de ánimo en general. Le puede dar mejor calidad de vida al animal en esas últimas etapas.

¿En qué animales se puede aplicar y cómo es el tratamiento a seguir?

En general el sistema endocannabinoide está descrito en todos los animales vertebrados. Eso incluye todo animal que tenga columna vertebral, ya sea; aves, reptiles, anfibios y mamíferos. Yo atiendo y hemos visto, sobre todo perros y gatos. Hay escasa información en cuanto a animales exóticos u otro tipo de animal con estos tratamientos. El tratamiento se aplica en gotas de forma oral o a través de resinas que pueden ser diluidas en aceite. Hay pacientes que se les ha podido hacer uso tópico de cremas, pero es más difícil porque hay que depilarlos antes, entonces son muy pocos los dueños que están dispuestos a hacer ese tipo de cosas.

¿Cuáles podrían ser los efectos secundarios o adversos?

Los efectos secundarios son muy similares a los que se producen en humanos, que tienden a ser mareos, descoordinación, un poco de somnolencia y en algunos casos, exceso de salivación. Pero la verdad es que yo he visto pocos. Llevamos casi 200 pacientes atendidos y lo he visto solo en tres casos que han sido particularmente muy susceptibles al cannabis. En general cuando uno hace un tratamiento en gotas o en resina, empezando de forma lenta estos efectos adversos se ven muy poco. Es muy diferente cuando una mascota por cualquier motivo, consume un comestible en la casa o se come un pito del dueño. Ahí se pueden ver los efectos más adversos como vómitos o mareo.

¿Cómo llegó a desarrollarse esta alternativa en Chile?

Empezó en Arica. Tatiana que es otra veterinaria, empezó a atender a Nicky, un perro que tenía epilepsia refractaria. Ella aprendió a hacer resina y comenzó a aplicarlo. Un año después, yo llego a Fundación Daya porque estaba realizando tratamientos para mi familia. Empecé a ver que habían buenos resultados y fue cosa de preguntar. Pedí una capacitación en el tema y no tuvieron ningún problema. Coordinamos con otros veterinarios de Estados Unidos para poder ver bien lo de la dosificación y ahí comenzamos como en junio del 2017 en Santiago. Un año después, se sumó Daya Quilpué. También hay médicos veterinarios atendiendo por la fundación en Antofagasta y Talca.

¿De qué manera las personas se han interesado por la medicina cannábica para sus mascotas?

Yo diría que primero consultando en la fundación o viendo en algunas páginas web, pero diría que surge al ver que en humanos hay buenos resultados y la gente que tiene problemas en sus mascotas vieron que esto también les puede servir. Como ya llevamos un tiempo, manejamos un rango de patologías que sabemos que hay buenos resultados.

¿Fundación Daya está realizando estudios?

Hasta el momento no hay ningún estudio veterinario, pero estamos trabajando en conjunto con la Universidad Mayor para ver si es que se puede hacer un estudio con respecto a artritis y artrosis y ese tipo de patologías con animales. Esperamos que salga pronto.

¿De qué manera están tratando de llegar a más regiones?

Aún no hay un plan para extenderse todavía. Lo que pasa es que Fundación Daya nace en Santiago y tiene varios centros de atención a través de Chile que se manejan mediante doctores que tienen la voluntad de crear el centro, de manejarse bajo las directrices de Daya. Por voluntad se unen y lo mismo pasa con los veterinarios. Ha surgido del interés de ellos para empezar a aplicar este tipo de terapias.

Entonces, ¿falta interés por parte de tus colegas o todavía estigmatizan la marihuana?

No diría que existe una estigmatización, no he tenido problemas con colegas que me digan »no, esto no les va a servir» o »cómo puedes estar llevando un tratamiento con este tipo de producto». Pero sí hay mucha desinformación por parte de los médicos veterinarios y tienen miedo de aplicar este tipo de terapias y no mucha gente sabe de dosificación. Este año se hizo un curso para profesionales de la salud por la fundación que incluyó un módulo veterinario.

¿Cómo avanza la medicina veterinaria cannábica con la legislación actual?

Yo diría que estamos en desventaja, como lo hemos estado siempre. Los veterinarios no estamos incluidos en el Código Sanitario. No somos considerados profesionales de la salud, por lo tanto tenemos restricciones con varios medicamentos, con psicotrópicos, anticonvulsivantes y con morfina. En este caso, Farmacias Knopp creó un preparado a base de cannabiol que tiene 20% de THC y 9% de CBD, pero que en este momento solo lo pueden prescribir médicos que atienden humanos. Por ejemplo, con lo que yo estoy trabajando son solo elaborados con preparados artesanales que deben hacer los mismos dueños porque eso es lo legal. Vamos un poco más atrás y yo espero que este año, porque está en discusión en la Cámara de Diputados, el hecho de que los médico veterinarios y otros profesionales pasen a pertenecer al Código Sanitario. Eso beneficiaría a todos los profesionales que quieran recetar cannabis, porque podríamos acceder a cannabiol, por ejemplo, y algún otro producto que se introduzca acá en Chile.

¿Y qué pasaría si se aprueba la Ley de Cultivo Seguro?

Si se llega a aprobar la Ley de Cultivo Seguro, por el momento quedaría optante solo a médicos humanos. La receta médico veterinario no estaría protegida.

¿Han buscado desde la fundación cambiar eso o presionar?

Yo diría que la Ley Cultivo Seguro partió desde la fundación, pero por como están suscritas las posibilidades de recetar medicamentos, no hemos podido incorporar el área veterinaria. Porque lo que busca la ley es modificar el Código Sanitario. Entonces como no estamos en el Código, tendríamos que involucrar al Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y eso ya ha sido bastante dificultoso, tratar de cambiar el Código Sanitario y más aún, al tratar de incorporar a otro organismo para modificar la ley.

¿Han pensado en realizar actividades para que otros médicos estudien el tema?

Tenemos más intenciones de seguir haciendo ese tipo de cursos y haciendo más charlas. Yo he realizado charlas en la Expoweed, fui a La Serena y estuve en Daya Chillán. La idea es que sigamos difundiendo, haciendo charlas y cursos para que más médicos se sigan informando y que haya más colegas que apliquen este tipo de terapias.

Para quienes estén interesados en tratar a sus amigos de cuatro patas con esta alternativa, pueden escribirle o agendar una hora con Francisca, enviando un correo a francisca.medina@fundaciondaya.org.