Ley Antinarcos: el primer paso en busca de una regulación integral de drogas
Ya fue publicada en el Diario Oficial la Ley Antinarco que incluye un artículo que permite el cultivo medicinal de cannabis. Actores del debate aseguran que este es sólo un paso para avanzar en una política de regulación de todas las drogas.
Por Fernando Santibáñez.
Poco más de 16 kilómetros separan al sector rural de Rinconada de Yáquil del área urbana de la comuna de Santa Cruz en la región de O’Higgins. Una distancia que se hizo eterna para Catalina León la mañana del pasado 12 de abril. Estaba tomando desayuno en su casa con su pareja, Felipe Bejares y junto a su hermano.
Todo iba normal hasta que cuatro supuestos detectives de la PDI entraron a la casa con armas en sus manos. Los esposaron, les preguntaron por la droga, no necesitaron respuestas. Dispararon. Una de las balas impactó de lleno en el muslo de Felipe y comenzó a desangrarse. Los tipos se fueron con las plantas de cannabis que, sabían, iban a encontrar ahí. En esa parcela cultivaban cannabis colectivamente a través de la Corporación Santa Eugenia de la que Felipe y Catalina eran fundadores.
Felipe falleció pasadas las 12:30 del día, luego de ser trasladado en auto hasta el Hospital de Santa Cruz. Allí intentaron reanimarlo, pero fue imposible. Antes recibió primeros auxilios en una posta cercana a la parcela de Rinconada de Yáquil. Se desangró producto del balazo. Es la peor noticia que ha recibido en su vida, dice Catalina.
Regulación
Un mes y dos días antes de que asesinaran a Felipe Bejares se escucharon aplausos y cánticos en Valparaíso. Trámites legislativos más, trámites legislativos menos, los honorables se habían puesto de acuerdo en algo. Se aprobaba la Ley Antinarcos de manera definitiva por el Senado tras su paso por la Comisión Mixta.
Allí llegó para que se zanjen ciertas cuestiones. Una de ellas era la modificación del artículo 8º de la Ley 20.000. Este quedó así: “Se entenderá justificado el cultivo de especies vegetales del género cannabis para la atención de un tratamiento médico, con la presentación de la receta extendida para ese efecto por un médico cirujano tratante”. A partir de ahora, el cultivo de cannabis medicinal es completamente legal en Chile.
El documento médico debe indicar el diagnóstico de la enfermedad, su tratamiento y duración. Junto a esto, debe referirse a la forma de administración, la que no podrá ser mediante combustión. Además, la ley sanciona con pena de presidio menor en su grado mínimo a quien use recetas falsas para justificar el cultivo de cannabis. La pena aumentará en un grado en caso de comercialización de la droga o facilitación a un tercero.
Ni el requerimiento de un grupo de diputados de derecha y ultraderecha al Tribunal Constitucional (TC) evitó la promulgación de la normativa. Querían declarar ilegal el artículo que permite el cultivo medicinal de cannabis. El 25 de abril el TC comunicó que no acogía la solicitud y la ley terminó siendo promulgada. Este 23 de mayo se publicó en el Diario Oficial.
“Ha sido costoso mucho llegar hasta este pequeño avance. Esto es sumar a una causal de justificación algo que ya estaba contenido como derecho en la ley. Eso también es importante tenerlo claro. Es el primer avance regulatorio desde que se promulgó la Ley 20.000”, dice la diputada Ana María Gazmuri. La fundadora de Fundación Daya ha liderado la lucha desde el parlamento en su primer año en el cargo.
Implicancias
“Como la ley sólo hablaba de un uso personal exclusivo y próximo del tiempo para justificar el cultivo de cannabis, esto muchas veces era puesto en duda por la justicia. Motivados principalmente por denuncias anónimas, allanaban estos domicilios con o sin orden judicial para incautar los cultivos de estos usuarios. Estas personas debían pasar por un proceso judicial para probar sus derechos. Con esta nueva ley no debiese ser así”, dice el abogado Tomás Basso del estudio Legal Green, especialistas en el área.
Injustamente, Felipe Bejares no alcanzó a tener la certeza de estar protegido por cultivar su propia medicina. Catalina lo sufrió en carne propia. A pesar de que Felipe luchaba por su vida en una sala del Hospital de Santa Cruz, ella era custodiada por policías. Luego fue detenida y trasladada hasta la Comisaría del lugar, sin contacto con el exterior, con la reciente noticia de la muerte de su pareja.
Su labor como socia y habitante del lugar donde estaba el cultivo colectivo la hizo ser imputada, aunque no ha sido formalizada por ningún delito. Es investigada en la misma causa en la que declara como testigo por el asesinato de Felipe. Todo por cultivar cannabis medicinal. Sigue a la espera de novedades. Por ahora, un hombre de 20 años está en prisión preventiva por estar involucrado en el crimen. Del resto, nada se sabe.
“Es muy extraño pasar de la vida tranquila, de trabajar con pacientes con cáncer, a que te traten como el narcotraficante más peligroso. Destruyeron la casa, se llevaron cosas como evidencia, no sé qué se llevaron formalmente. No pudimos velar a Felipe, era algo importante para mí, se demoraron veinte días en entregar el cuerpo. No hay protección del Estado, me tuve que ir de la casa por seguridad. No había armas de fuego en la casa, de manera deliberada. Podía llegar el día en que tuviéramos que demostrar el cultivo medicinal”, relata.
Avanzar integralmente
En el Congreso se formó la Bancada de la Regulación por la Paz. Está compuesta por 53 diputadas y diputados que buscan una regulación integral del cannabis y otras drogas. Uno de ellos es Jaime Sáez (RD). El diputado por el distrito 26 afirma que buscan “la legalización total del cannabis”.
Y agrega que han existido instancias, organizadas por Gazmuri, orientadas “a establecer, por ejemplo, las perspectivas tributarias que trae la regularización de un mercado, básicamente. También problematizando sobre la calidad de los productos, quiénes acceden, en cuánto se accede, cómo evitamos que personas menores de edad consuman cannabis u otro tipo de drogas eventualmente. Esas cuestiones me parece que son relevantes de poner en el centro del debate”.
La diputada Gazmuri indica que esta indicación es sólo un avance dentro de la Ley Antinarco. “La ley surge con la idea de modificar diversos cuerpos legales para mejorar la persecución del narcotráfico. Y la verdad es que lo hace desde una mirada bastante tradicional en cuanto a política de drogas. Incluso subiendo las penas al microtráfico, que es algo al contrario de la tendencia mundial”, explica.
Respecto a los criterios que podrá aplicar la justicia en cuanto a cantidades, para la diputada tiene que ver con perspectivas racionales. ”Tiene que haber una proporcionalidad en la coherencia con la receta médica. Se está trabajando desde el mundo científico, desde Fundación Daya particularmente, en un instrumento que permita tener claridad en cuanto a la prescripción. Tiene un conversor que permite calcular, según la receta médica y según la experiencia clínica acumulada a qué necesidad de cultivo corresponde esa receta. Vamos a tener mayor certeza jurídica”, dice Gazmuri.
Sergio Sánchez, director médico de la Fundación Latinoamérica Reforma, es pionero en prescripción de cannabis medicinal. Cree que se debe avanzar “en una regulación que no implique solamente el uso medicinal, sino que también regule el cultivo para adultos. También que se regule, o se despenalice por lo menos, el uso de las demás drogas. Estamos hablando de todas las drogas psicodélicas, que también se pueden utilizar para fines medicinales. Pero que también deberían ser consideradas como un objeto de regulación para las personas adultas. Es como parecido a lo del aborto en tres causales, debiera ampliarse”.
Abriendo ventanas
Para Mariana Pérez, presidenta de Movimental, lo primero que esperan a partir de ahora es “que se reconozca de una vez por todas el uso personal y exclusivo y próximo en el tiempo como algo legal, como un acto lícito. Que se deje de perseguir a los usuarios medicinales, sobre todo a los que cultivan. Eso es importantísimo, porque la ley 20.000 sin la modificación ya reconocía este derecho, solo que no se respetaba. Es escandaloso que todavía el 70% de las detenciones sean a personas usuarias y cultivadoras y no a narcotraficantes o personas que están cometiendo delitos”.
Gazmuri señala que, tras el fallo del Tribunal Constitucional, se abre una ventana que comienza a regular el cultivo adulto. “Las tres vías lícitas para cultivar son el autocultivo medicinal, el autocultivo personal en bajas cantidades y con permiso del SAG. Lo de las bajas cantidades es muy importante, porque da solución a eso. Queremos que no quede a discreción de los tribunales o de la Fiscalía, sino que tratar de aterrizarlo. Si el TC nos está diciendo bajas cantidades, podemos presuponer que es más de una. Y la acepción más restrictiva de bajas cantidades son dos. Podríamos hoy día tener certezas jurídicas en los usuarios personales con dos plantas. Lo que tenemos hoy día son pequeños avances por los lados, por las rendijas”, afirma la parlamentaria.
El doctor Sánchez apunta también a definir el criterio para que el Estado considere la política de drogas como salud pública y no de seguridad. “Creo que al Ministerio de Salud le compete hacer una propuesta para hacer una regulación integral de la de todas las drogas. Ese es el desafío, porque la ley 20.000 está radicada en Interior. Deberíamos facilitar un debate para saber hasta cuándo vamos a tener al Senda dependiendo de Interior y no de Salud. En el programa de gobierno del presidente Boric se habló en algún minuto de que senda regresara a salud. Yo trataría de rescatar eso, por lo menos debatirlo”, reflexiona.
Y añade de forma categórica que no le gustaría “que se reglamentara, por ejemplo, las cantidades de marihuana que podrían tener los pacientes. Eso sería un retroceso. Y creo que puede estar la tentación de reglamentar eso, pero si hacen eso se pierde un poco el sentido que tiene la indicación que se estableció. No tienen este minuto un límite más que el criterio médico y creo que pasar por sobre criterios médicos en este asunto sería malo”, analiza.
Y ¿ahora?
Felipe creó la Corporación Santa Eugenia después de enfrentar un cáncer agresivo. Su tratamiento paliativo estuvo basado en cannabis. El amor por la planta y sus efectos en la salud lo llevó a cumplir su sueño de entregar calidad de vida a los demás. Sus socios del cultivo están por varias regiones de Chile.
Abril es un mes difícil para los cultivadores de cannabis. Las ‘mexicanas’ aparecen en los titulares de la crónica policial con frecuencia. El miedo a sufrirlas se mezclan con la esperanza de una vida mejor, con salud, con certezas. Para Catalina esos 16 kilómetros fueron eternos. Mal que mal, no solo la separaban del Hospital más cercano, sino que del amor de su vida.