Laura Prieto sale del indoor: “¡Que la gente se entere que fumo marihuana!”
Laura Prieto, la tiene clara. Juega con el estigma de “tonta” que durante años pesó sobre ella por ser modelo de TV y contraataca con un filoso sarcasmo diciendo que “siempre se puede ser más rubia”. De sus amores faranduleros y sus pasos por programas emblemas de la entretención juvenil como Yingo y Calle 7 solo queda el recuerdo. Hoy es una comediante, una actriz que lucha contra la corriente y se ríe del chileno doble estándar que vive en su burbuja inmobiliaria, arriba de autos del año llenos de stickers “pro vida” . Nacida y criada en Montevideo, ya lleva la mitad de su vida en Chile y asume sin riesgo que acá hay verdades que se intentan tapar con un dedo, por lo que no tiene miedo en declarar sus principios con un voto en cada elección y con ideas clarísimas en torno al aborto, la salud y la absurda legislación que prohíbe y castiga el autocultivo de cannabis. Esta es la verdadera Laura Prieto versión 2016, y corran porque al ritmo que va esta rubia…. es difícil seguirle el paso.
Por Pablo Erazo y Equipo Cáñamo / Fotos: Felipe Mellado, Daniela Cancino- Tiembla.cl
Ropa: El Atelier Secreto, Los Jesuitas #536, Barrio Italia, Providencia.
Maquillaje y pelo: B&V Internacional Dirección: Avda. Francisco Bilbao #2824, Providencia
¿Cuál es la principal diferencia entre tu país natal Uruguay, y Chile, donde llevas viviendo prácticamente la mitad de tu vida?
No sé si la principal, pero si una diferencia, es que en Uruguay ¡la marihuana es legal! (ríe), allá uno puede plantar sin miedo, de manera regulada, pero sin leyes del terror, además se está implementando el tema de las farmacias, y todo está regularizado, lo que provoca inmediatamente que el narcotráfico quede eliminado. Porque lo que pasa con la ilegalidad es que por ejemplo, si quieres comprar un aceite de cannabis –como yo lo hago por una artrosis que tiene mi Mamá– te pueden vender cualquier cosa, lo mismo que si te quieres fumar un pito con tus amigos, no tienes idea que le echan, entonces, si puedes tener tu plantita libremente, sin miedo a caer en la cárcel y a perder tu pega es algo de verdad bueno. Porque si todo sigue igual solo se criminalizará a los consumidores, como le ha pasado a amigos míos como Matías Vega y Camilo Huerta, que los estigmatizaron, los medios los estrujaron, les cagaron la vida y fueron como conejillos de indias para desviar el tema porque quedaron indefensos, no como el caso del hermano de Sergio Lagos, que fue blindado de manera heavy porque no era un “Chico Yingo” como Camilo.
¿Qué crees que piensa la gente cuando se entera que “Laurita” consume cannabis?
Es divertido, porque la gente cuando me ve por ejemplo, comprando en un growshop, me miran con una cara de “¿¡Qué hace ella aquí!?, ¡Ella no es de las nuestras!, ella es rubia, farandulera. ¿Qué hace acá?” y me da risa, porque el prejuicio se da incluso a este nivel, por eso les digo que se relajen, que todavía me quedan neuronas por quemar, y puedo decir libremente “Sí consumo , ¿y qué?”, y eso está bueno porque la gente se puede identificar y no sentirse como delincuente, porque no tiene nada de malo fumarse un pitito un sábado por la noche con los amigos, o sea no voy a salir a pegarle a nadie o voy a agarrar el auto y volverme loca porque fumo, no, pero también hay que saber consumir con responsabilidad.
Además, la gente se saca el estigma de que el consumidor es solo el rasta con polera de Bob…
¡Claro!, y me gusta que la gente sepa que fumo marihuana, porque desde que empecé a publicar en mis redes que lo hago, la gente me ve como quien soy verdaderamente, me miran de forma más humana, me tiran tallas y me gusta porque soy una persona que no anda con caretas, digo y hago lo que siento, no tengo miedos de mostrarme tal cual soy, o sea, yo también tengo derechos, soy sensible, ¡Yo también puedo fumar, jajaja! . Y lo digo en serio porque, que yo cuente esto es un poco romper esquemas, ya que sin ser una intelectual del tema, puedo decir sin miedo que fumo libremente y estoy segura que represento a mucha gente que está leyendo esta entrevista.
Cosa que va a quedar más clara cuando te vean en la portada de Cañamo..
Como consumidora de marihuana para mí es súper importante aparecer en Cañamo, porque desde mi lado puedo aportar con mi granito de arena y me da la oportunidad de aportar con mi visión sobre este tema y decir lo que pienso en otros más, pero claro, hay gente que va a decir “¡Qué hace esta hueona acá!, este es mi mundo, ¡No el suyo!”, pero también va a ver gente que va a decir “Oye que buena onda esta flaca, bacán, fuma igual que yo, piensa parecido a mí”. Aparte, la gente se quedó con la imagen de cuando yo era más pendeja y uno evoluciona, y claramente no soy la misma de antes.
DE PINOCHET, SEXO, ABORTO Y OTRAS YERBAS…
Laura llegó a los 17 años a Chile luego de un duro golpe, su hermano había fallecido y ella entendió que era el momento de partir y trabajar en lo que la obsesionaba desde su añorada época de barrio en Montevideo: El modelaje. Fue así como a la primera oferta tentadora que recibió de una agencia chilena no lo pensó dos veces y se vino a un lugar totalmente nuevo, tan nuevo que había cosas que eran inentendibles, como la solicitud de sus jefes de no tocar temas políticos en público y menos hablar del dictador Augusto Pinochet ya que podía herir “sensibilidades”.
“En Uruguay la visión que se tiene de Pinochet es una sola, que fue un asesino, un dictador violador de los derechos humanos y punto, por eso no podía creer que acá existiera tanta gente que lo apoyaba, lo idolatraba y seguía con miedo a referirse siquiera a este personaje” . Y agrega Laura, “Imagínate, mis viejos me iban a poner Victoria porque me “hicieron” cuando todo Uruguay celebraba el fin de la dictadura, donde muchos familiares sufrieron torturas y malos tratos, por eso yo en cada elección que hay acá, voy y voto –y mucha gente debe pensar que no lo hago–, porque me gusta hacerme cargo de las cosas y agradecer la democracia en que uno vive, y no quedarme encerrada en mi burbuja alegando contra la Presidenta, como lo hacen muchos que hablan y no hacen nada”, dice Laura con actitud y convencimiento.
A los 18 años la vida seguía golpeando a Laura. Muere su Padre y ella estaba embarazada, lo que gatilló que su paso por Chile se transformara en una estadía definitiva, donde aprendió a “cachuchazos” a ser quien es hoy: Una mujer de 30 años hecha y derecha. Quizás por eso habla con propiedad y se sensibiliza ante temas que ocurren en su “segunda casa”, partiendo por el aborto.
“Puede sonar súper fuerte pero en el aborto yo creo que la opinión final está en la madre, y en las tres causales que se discuten, yo estoy completamente de acuerdo con que se haga, aparte hay una cosa que todos sabemos y que nadie habla; el aborto existe, en clínicas privadas, donde niñas que tienen recursos incluso viajan para hacérselo en el exterior, ¿pero qué pasa con la gente que no tiene los medios? ¿Qué ocurre con esas chicas que tienen que hacerse abortos clandestinos?, ponen en peligro su vida e incluso puede terminar en la cárcel, o sea, no es justo que este tema no esté regularizado para todos igual”, enfatiza Laura, poniendo atención a lo qué ocurre con estos niños que nacen en familias dañadas.
“Y a estas niñas le dicen, ok, no puedes tenerlo así que dalo en adopción, ¿Pero a dónde?, ¿Al Sename?”, por esto mismo es súper fácil que gente conservadora ponga en sus autos stickers de “No al aborto , sí a la vida”, porque no se ponen en los pantalones de la gente que de verdad sufre”.
Hay gente que dice, “Para qué votar si el daño que hacen los políticos es irreparable y no cambiarán”. ¿Qué piensas tú?
“Que tenemos que levantarnos y ejercer nuestro derecho, porque si quieres exigir debes salir de tu metro cuadrado y poner tus ideas en la papeleta, porque un voto se suma a otro y así a miles que piensan como tú. Por eso chicos, hay que informarse, como en todo, y si no quieres que nos sigan metiendo el dedo en el ojo, levántate y vota, es la única forma de lograr los cambios y dejar ser esclavos de este sistema”.
Chile es de dobles discursos, de caretas como tú dices. ¿En qué cosas lo puedes ver más patente?
“Por ejemplo el libro que salió ahora de sexualidad, no entiendo porqué la gente se pone tan siútica, tan conservadora diciendo qué es lo bueno y lo malo del sexo, ¿Le han preguntado a algún niño de 13, 14 o 15 años qué piensa?, o sea, los cabros de ahora están en otra y necesitan información de cómo ponerse un preservativo, como cuidarse de enfermedades, como lo pueden pasar mejor, o sea es su cuerpo y ellos pueden hacer con el lo que quieran, y no lo que les diga un político conservador que en su discurso dice que para evitar el embarazo adolescente y las enfermedades venéreas hay que llegar virgen al matrimonio. Ese tipo seguro tiene una doble vida y no predica lo que practica”.
Después de todo lo que hemos hablado Laura, ¿Cómo has logrado sobrevivir a este país?
“Yo he sufrido mucho por el prejuicio, porque la gente cree que una es “Hueona”, la gente cree que por ser quien eres, o por hacer lo que hiciste, te etiquetan, te prejuician y no te dejan avanzar. Por ejemplo a mí me pasó que yo entré a estudiar teatro donde Fernando González, ¡Y nadie me hablaba!, claro, después cuando me conocen me dicen “Oye, yo pensé que erai tonta”, y ese es el problema del chileno, creer que uno es por lo que aparenta y no por lo que es en realidad. Lo bueno es que yo doy vuelta esto y en mis shows me río de eso, me río de mi misma, cosa que le hace falta a gran parte de este país”. Palabra de Laura.