En la última década, nuestro país se ha sumergido en un vaivén de luchas sociales y cambios. Entre ellas destaca el feminismo, corriente y pensamiento crítico que se expande en diversas áreas y personas. Este es el caso del movimiento cannábico en Chile, consigna que va de la mano de las mujeres, cabecillas y líderes de los avances jurídicos, legislativos y educativos en la nación chilena.
Por Cielo Infinito.
Mariana Pérez tiene 28 años. De profesión relacionadora pública, pero en su día a día se dedica al activismo en política de drogas. También es miembro de la Red Latinoamericana del Caribe de Personas que Usan Drogas y colaboradora con la Fundación Reduciendo Daño.
Popularmente, a Mariana se le conoce como la mujer detrás de Movimental, entidad que organiza en Chile la marcha Cultiva Tus Derechos, manifestación que se reúne año a año en diversas ciudades a miles de personas que luchan por la legalización y regulación de la política de drogas.
Para la joven de 28 años, precisamente, su activismo cannábico viene desde su figura materna.
“Mi mamá toda la vida fue cultivadora y usuaria. Bueno, y desde que tengo uso de razón y terminando el colegio, se me presentó la oportunidad de asistir a una de estas reuniones de Movimental y ya me interesaba mucho el tema de la política y ya era usuaria de cannabis. Por lo tanto, el tema cannábico también me interesaba y empecé a participar. Fue la primera vez que me cuestioné mucho sobre el tema de la estigmatización sobre el uso del cannabis. Todo esto más cercano al ejemplo de mi madre, por su uso responsable del cannabis. Ella no fumaba cigarro ni tomaba alcohol, pero si le gustaba fumar marihuana y yo crecí sin ese ese tabú. Para mí nunca fue algo prohibido o algo malo o algo decadente como a mucha gente se le puede presentar. Entonces al enterarme de que existía Movimental y este activismo por los usuarios, me hizo mucho sentido. Encontré muchas personas que eran guías en ese en ese espacio y empecé a aprender sobre la legislación; sobre nuestros derechos. Empecé a ver cómo se vulneraban esos derechos. Me fui enamorando de la causa al punto de que hoy en día presido la organización, pero en realidad yo creo que tiene que ver con que me hizo mucho sentido y me identifiqué con la causa, por lo tanto me comprometí”, comienza señalando Mariana en entrevista exclusiva con Cáñamo.
Movimental es una organización social sin fines de lucro que agrupa a personas usuarias de cannabis y otras sustancias. Una entidad que lucha por una nueva política de droga transmitiendo el mensaje de la soberanía personal, de la decisión sobre los cuerpos y la responsabilidad sobre la gestión del placer.
“Nosotros somos organizadores de la marcha Cultiva Tus Derechos, pero realizamos durante todo el año conmemoración de distintos tipos de instancias que tienen que ver con el tema de la política de drogas; con las libertades personales. El objetivo de Movimental es participar del debate de una nueva política de drogas e informar a la comunidad, porque muchas veces estamos dentro de los procesos legislativos tratando de incidir y eso lo informamos a toda la comunidad para que se informen, o sea, para que sigan aprendiendo más y estén conscientes de por ejemplo, en qué estado legislativo van los avances y tratamos de aterrizar un poco esa información que a veces es un poco técnica y transmitirla de la manera más simple”, asegura.
Para Pérez, el que el movimiento de cannabis en Chile esté más liderado por mujeres se relaciona con la llegada y posicionamiento del feminismo -corriente de pensamiento crítico que busca la igualdad de mujeres y hombres-, que se instala en múltiples áreas y luchas dentro de las sociedades, tal como, la de la marihuana y su legalización y regulación.
“Creo que este tema de que las cabezas cannábicas son mujeres responde algo más grande que el movimiento cannábico. Creo que el movimiento feminista ha tenido un alza súper importante en los últimos años y eso se ve reflejado en todo orden de cosas y obviamente la comunidad cannábica no es la excepción, así que creo que responde a eso y también al rol que la mujer ha tenido durante los años invisibilizado. Creo que es súper buen momento para las mujeres en el rubro y en el movimiento, ya que también hay un montón de emprendedoras, de cultivadoras, no solo activistas sacando la cara. Poniendo nuestra voz ahí en la palestra; poniéndonos en el radar. Así que creo que responde a un tema social y estoy muy feliz que sea de esta forma. No porque no confíe o valore el trabajo de mis compañeros sino porque también merecemos ocupar estos roles y lugares de toma de decisiones, porque somos igual de válidas que la opinión de los de los compas”, sostiene Mariana.
Para la relacionadora pública, actualmente, el tema de la política de drogas no ha avanzado mucho. Aunque cree que es digno de recalcar y de celebrar la modificación a Ley 20.000 que entrega más validez y peso a la receta médica para el consumo y tenencia de marihuana.
Lo anterior, según ella, es fruto de un montón de trabajo de esfuerzo de gestiones y de compromisos, porque cuesta mucho avanzar en temas de cannabis y políticas de drogas, por lo que este pequeño gran logro viene a demostrar que sí podemos avanzar en la dirección correcta. Pese a esto, afirma que el objetivo ya no es el tema medicinal, sino que cumplir la demanda social del acceso regulado y el acceso responsable universal para poder garantizar los tres accesos: el uso personal o la autoabastecimiento mediante el autocultivo; el expendio controlado, ya sea mediante el Estado como lo hizo Uruguay y el tema de la asociatividad y los cultivos colectivos.
“Todavía hay mucha estigmatización entre usuarios. Se dice que somos 4 millones de personas o consumidores, pero cuántos más que todavía no se han atrevido a decirlo. Una ley para los derechos del usuario y no solamente que nos comparen con los con los narcotraficantes”, asevera.
Concluye: “Creo que las mujeres en todo orden de cosas nos estamos empoderando sacando la voz, así que feliz de que eso se vea reflejado en el mundo cannábico y podamos representar el rol que la mujer ha tenido durante todo estos años. Creo que la mujer siempre ha sido eco y una radiografía de luchar por nuestras comunidades. Todavía queda mucho que avanzar y las mujeres tenemos el power y tenemos las ganas de seguir haciendo de esto un una comunidad inclusiva, accesible y llena de sentido común”.
En la foto, la diputada Ana María Gazmuri y a su izquierda Mariana Pérez de Movimental
De la actuación, al activismo; Del activismo al Congreso
Su llegada al activismo cannábico fue por una confluencia de diversos factores. Un momento de su vida en el que estaba cerrando ciclos: Con la televisión y la muerte de una amiga muy querida por cáncer. En ese minuto, fue también la detención de doctor Milton Flores y tiempo antes, la de Ariel Mateluna.
Con estos dos casos fue la primera vez que yo salí en redes sociales. Siempre he tenido hartos seguidores y curiosamente otras veces en mi vida en diferentes momentos me habían preguntado sobre el tema de la marihuana y yo había dado mi opinión, pero nadie había puesto atención… pero bueno, a raíz de estos casos súper conocidos empecé a opinar. En ese minuto hubo un viaje a España también y en paralelo bueno en el ámbito terapéutico yo tuve conocimiento de lo que era el aceite de cannabis. En tanto, había personas que estaban asistiendo a mis terapias, particularmente, familiares de personas con cáncer y vieron en esta alternativa la oportunidad de ir probando esto y empezar a ver resultados muy importantes. Entre medio tuve un viaje a España y me tocó relacionarme más con el mundo del cannabis y conocí muchos expertos allá. Y a la vuelta, volviendo de España, fuimos a entregar un derecho petición que es una forma ciudadana de que existe como posibilidad con un número determinado de firmas -más de 20 mil firmas- que tenía que ver con justamente el derecho a la autocultivo”, relata la actual diputada.
Todo lo anterior, se acentuó cuando presentaron esta petición ciudadana, pues había cámaras. Estaba un programa de televisión y se abrió un debate donde la entrevistaron a ella y al político de derecha, Mario Desbordes.
Dicha conversación televisada duró como 14 minutos y de ahí en adelante fue como primera vez que se entablaba esta discusión en vivo entre dos posturas contrapuestas. De allí en adelante se situó como vocera en el tema del cannabis. Eso fue creciendo y de pronto, su casa era como un centro donde las personas buscaban información sobre el cannabis. Allí vieron la necesidad de ampliar esta posibilidad de atender y escuchar y recibir y nace Fundación Daya, en el 2013, aunque jurídicamente en 2014.
Hacían talleres en el jardín de su casa. Todos los sábados unas 40 personas desarrollaban talleres de preparación de aceite, de autocultivo hasta que ya fue necesario tener como una sede.
Para Gazmuri, la figura de la mujer ha sido central en la lucha por la regulación de marihuana, tal es el caso de varios políticas y militantes.
“La alcaldesa Paulina Bobadilla, que llegó a Fundación Daya pero desde ahí surge su propia organización que es Mamá Cultiva. Hoy día su liderazgo social surge desde las madres que cultivaban y hoy día es la alcaldesa de Quilicura. Esto tiene que ver con una lucha que es muy propia de las mujeres. Sobre todo desde la mirada del cuidado; de la mirada del bienestar. Una mirada más integral respecto al cannabis. El movimiento, la fuerza que motiva las transformaciones que realmente empuja a generar cambios concretos, yo siento que ha venido siendo femenina, por supuesto con el apoyo de algunos hombre”, explica la actriz.
A fines de mayo se publicó en el Diario Oficial el primer logro legislativo del cannabis desde que se promulgó la ley 20.000, asevera Gazmuri. Hasta ahora, todos los logros habían sido judiciales, pero no legislativos.
Con esta nueva normativa se genera una causal de justificación para las tres posibilidades de cultivo lícito, donde una sentencia de la Corte Suprema ratifica que el caso para uso medicinal es una causal de justificación. Lo mismo cuando con permisos del SAG, que son industrial, los cultivos agrícolas se garantiza el consumo personal exclusivo próximo en el tiempo en bajas cantidades.
“¿Qué quiere decir en bajas cantidades? Obviamente no quiere decir una planta porque eso sería en una unidad. Entonces en su acepción más restrictiva podemos decir que son dos plantas, o sea, podríamos decir que con claridad se desprende del fallo del Tribunal Constitucional es que incluso para el uso personal exclusivo próximo del tiempo, un cultivo de dos plantas no sería una figura penalizable. Obviamente que tampoco eso quiere decir que el cultivo mayor que eso lo es, no solo que aquí quedaría como como el límite puesto ahí en el sentido de que no se abra una investigación. Es interesante porque estamos hablando de dos plantas por persona. No estamos hablando de dos plantas por casa. Por otro lado, quienes saben y quienes tienen interés en introducirse el mundo del cannabis saben perfectamente que con dos plantas bien cultivadas, pueden satisfacer su consumo”, reflexiona la fundadora de Fundación Daya.
Del cine a la redes; del internet al activismo
Paola tiene 37 años y es popularmente conocida en redes sociales como Muy Paola, mujer dedicada a crear contenidos digitales, a hacer campañas de activaciones de marca en el rubro cannábico.
Una de sus cuentas es Santiago Verde, uno de los canales más grandes de Chile y Latinoamérica creado hace aproximadamente siete años, con múltiples contenidos, ya sean recreativos, convocatorias, eventos, concursos y contenido informativo con distintos profesionales.
De oficio, la joven es comunicadora audiovisual con mención en guiones para Cine y Televisión. Estudió cine en Argentina donde residió varios años.
«Soy Activista cannábica, feminista. Me gustan las redes sociales y me dedico a ellas, pero también como influencer hago otras cosas como activaciones, eventos, etc. No sé si decidí ser activista cannábica, solo que de repente me di cuenta que lo era simplemente. Me he visto relacionada a diversas causas en el ámbito de mi vida y nunca entendí por qué la cannabis era prohibida. Me parecía algo súper obvio. Nunca me lo cuestioné realmente solo se dio y bueno la gente luego de ser más visible en el tema de la cannabis me empezó a reconocer como activista y la verdad sentía que era una palabra tan protocolar que me hacía sentir muy alejada del concepto, pero bueno la gente me empezó a reconocer así y finalmente me di cuenta de que lo era. Lo encuentro muy divertido y me encanta ser activista», comienza relatando Paola.
Los objetivos de Santiago Verde son diversos y tienen que ver con la visibilización del cannabis; con la normalización del consumo; con la reducción de daños; con lo recreativo. Un canal que habla desde todos los puntos de vista de la planta y de las cosas que puedan salir de ella. En paralelo, trabajan para generar comunidad.
“Generar comunidad siempre con perspectiva de género. Tratamos de mostrar también, lo que otros medios no quieren mostrar, que es que hay toda una realidad que alrededor del cannabis que no están mostrando los medios entonces la gente no tiene dónde adquirir información oficial así que la idea es hacer llegar esta información y poders sentirnos cómodos como consumidores, sin sentirnos solos, criminalizados, etc», precisa la influencer.
Muy Paola es feminista, movimiento que cada vez suma más mujeres y que se agudiza cíclicamente encontrando a mujeres que luchen por su igualdad de derechos.
«Las situaciones más complejas relacionadas al cannabis afecta de manera mucho más dura a las mujeres en general. Además de otras aristas como los roles de género asociados ya entre en vigencia que otorga el derecho de usuarios de cannabis con receta para que puedan autocultiva con un respaldo legal. Ahora hay que ver cómo va a funcionar esto en la práctica y además se está trabajando en una propuesta de regulación integral del cannabis y ojalá en el futuro podamos contar con una nueva política en drogas en general. También pasa que estamos en un momento histórico y cíclico. El feminismo toma fuerza cada cierta cantidad de años y nosotras estamos viendo ese proceso. Es genial ver como más mujeres se están liberando y están haciendo presente su voz», concluye Muy Paola.