Tómenlo como quieran. Díganme acosador, troll o cuenta falsa, pero la verdad es que, desde hace un tiempo, vengo observando lo que publican en la revista Cáñamo y no me puedo quedar tranquilo cuando veo como se le pasa por encima a la cannabis con otros temas que no son de mi incumbencia y que creo que a ningún consumidor de nuestra amada planta le interesa saber.
Por eso, desde hace un tiempo, me dedico a comentarles sus notas que no hablan de cannabis. La razón es sencilla, yo no quiero que en la Cáñamo se hablen de otras cosas. Y no me vengan con eso de las libertades porque me huele a discurso añejo de los 70. A mí solo me interesa que se hable de la marihuana y no de cosas ideológicas. Por eso, les advierto, que seguiré comentando cada una de sus notas que no tengan relación con la maría.
Esto que les escribo no es una amenaza, pero no duden que tendrán en mí a la persona que los molestará cada vez que hablen de cosas ideológicas. Porque díganme ustedes: qué tiene que ver la cocaína, la pasta base o cualquier otra droga que ahora les ha dado por publicitar. Quieren aumentar los drogadictos del país o será acaso que un flaite llegó a la redacción con sus vicios a cuesta y les parece chistoso hablar de eso.
O peor aún, acaso tienen intereses asolapados con respecto a esas sustancias o, simplemente, se fueron en volá de tolueno, porque de verdad no estoy entendiendo.
Desde ya les digo, y creo que mi voz representa a muchos cannábicos, que a mí me gusta la marihuana y solo me interesan lo que tengan que ver con nuestra yerbita. Qué me importa a mí los inmigrantes (que de paso vienen con sus malas costumbres y trafican cripy y coca), qué me importa las marchas feministas (que se andan paseando en pelotas para reclamar sus derechos de que no las miren) o cuando hablan de los “pobres” angustiados, esos mismos, que ustedes los ven como blancas palomas y de paso les justifican sus adicciones.
A la Cáñamo cada vez le falta más criterio. La marihuana no se mancha con otros temas o ustedes nos quieren obligar a que leamos esos temas porque hay “zurdos” camuflados en la revista que lo único que buscan es politizar una planta que solo hace el bien a todos.
YO no soy ni de izquierda ni de derecha y a mí me gustan las cosas claras: fumo desde que salí del colegio y sea legal o no igual seguiré fumándola. No pertenezco a ningún sector político y NO me interesan las reivindicaciones y NO quiero leer sobre transexuales, ni de coqueros redimidos. Lo que quiero es un espacio donde la marihuana sea lo único que se hable.
¿Es tan difícil entender eso? Bueno se los digo con peras y manzanas: consumo cannabis justamente para no darle vuelta a otras cosas porque yo sé que la mente del volao es débil y yo sé que ustedes utilizan eso para meternos ideas. Pero conmigo no van a jugar y por eso les aviso que los voy a seguir troleando.
Dudo que publiquen esta carta, dudo siquiera que la van a leer porque en su “lucha por las libertades” se les olvida que yo tengo la libertad de reclamarles y de decirles en su cara que la marihuana no se mancha.
