Entrevistas

“La persecusión contra la marihuana es una pelotudez”

Juan Cristóbal Guarello tiene cara y fama de pesado, de confrontacional, pero luego de un rato de conversa el prejuicio se diluye. Lo que pasa con Guarello es que se ríe cuando hay que reírse y se pone serio cuando corresponde, como cuando habla de fútbol, de las mafias que lo manejan, de la indisciplina del jugador chileno, o de la situación del país. Se nota que la pelota es lo suyo, pero también la sociedad. Impresiona la facilidad como ‘linkea’ datos, historias o anécdotas del deporte “rey” con la imagen de Chile y los chilenos. Claramente la actitud del ‘yes, sir’ no es lo suyo, y en Chile no estamos muy habituados a eso.

Por Claudio Venegas / Foto: Rony Belmar / Entrevista publicada en Revista Cáñamo N°100 (08/2015)

PAÍS DE ZORRONES Y FANFARRONES

¿Qué es para ti el fútbol?

El fútbol es solamente un deporte que se transformó en un fenómeno cultural y rebasó el deporte, pero para mí sigue siendo un deporte. O sea, depende del nivel en que lo practiques. Los niños juegan, los amateur juegan, los profesionales hacen deporte.

¿Por qué crees que en Chile penetró al nivel que vemos hoy en día?

Siempre fue un fenómeno cultural, pero en los últimos años ha adquirido una importancia social y política descomunal, excesiva. Por ejemplo, la otra vez estaba en el aeropuerto y veo que está Alexis Sánchez de portada en revista Caras y Zamorano en portada de Cosas, eso hace 20 años era imposible… Que un futbolista fuera portada de una de esas revistas era muy extraño. Pero el endiosamiento a los jugadores yo lo encuentro francamente peligroso, porque son muy populares y tampoco hay figuras que los puedan contrarrestar. Entonces los únicos referentes de la juventud en estos momentos son los futbolistas, porque los cantantes están mucho más mimetizados, los intelectuales ni hablar… los políticos están todos desacreditados. Pero los jugadores solo pueden ser referentes en la parte deportiva, si son jugadores de fútbol nomá’, y parece que nos hemos olvidado de eso.

¿En qué sentido es peligroso?

Por eso, porque al final los futbolistas son solo buenos jugadores de fútbol, no tienen respuestas; algunos tienen mejor formación que otros, pero no tienen respuestas. Entonces cuando Michelle Bachelet se pone al lado de Arturo Vidal, tres días después del accidente en el Ferrari, la señal es malísima poh, porque ella está avalando eso. Está bien, tú puedes decir que no hay que juzgarlo, pero una cosa es no juzgarlo y otra es que la Presidenta se vaya a poner al lado. Hay una distancia ahí. Entonces, en el afán de buscar popularidad, se comenten ese tipo de locuras.

Que los periodistas deportivos se transformen en ‘rostros’ ¿es parte de este fenómeno?

Es un fenómeno que tiene que ver con cómo funcionan los medios en la actualidad, que es otra historia, pero el tema es que evidentemente hay tentaciones. Así como el viaje de Ulises que se tiene que amarrar al mástil del barco cuando cantan las sirenas, tú tení’ que saber amarrarte al mástil del barco cuando cantan las sirenas del medio, si no te transformas en un relacionador público. No es fácil. Es difícil, a mí me ofrecieron hace tres años hacer un comercial de un teléfono con Alexis Sánchez, no era poca plata, eran dos autos de lujo, ¡y no poh weón!, porque al final yo perdía más de lo que ganaba. ¿En que queda mi credibilidad si yo salgo weviando con un teléfono, cantando con Alexis Sánchez? ¿Qué distancia tengo con la empresa, con el jugador? No corresponde.

Parece que está pesando mucho el tema de las lucas, de lo que ganan los jugadores…

Es que es ese el arquetipo que se le está vendiendo a la gente y que en el fondo es el arquetipo de nuestra sociedad, el triunfo individual, ostentoso, el Ferrari, la casa gigante, la tropa de amigos fiesteros, las minas de la tele. Ese es el arquetipo que se está vendiendo, que se celebra. Recuerda cuando Piñera dice que los jóvenes chilenos eran los “Yingo”… Ese es el arquetipo de joven chileno que se quiere vender, gritón, gritador de C-H-I permanente, individualista, que el único éxito posible es el económico, y además, ostentoso. Leí una columna en El Mostrador de una muy buena socióloga –no me acuerdo el nombre– que habla del ‘chileno fanfarrón’, nosotros en este país hemos establecido como modelo deseable el fanfarrón, ‘el exitoso económico fanfarrón’. No basta con que tengas plata, tienes que además andárselo gritando en la cara a la gente. El chileno es fanfarrón, pero no es fanfarrón solo el futbolista, ese es el que tiene en los medios, pero el empresario chileno es un fanfarrón o los economistas chilenos que andan dando recetas a Alemania, andan hablando de la crisis de Japón –como si las cosas acá en Chile funcionaran de forma maravillosa, como si el estándar de vida fuera maravilloso– esos, esos son unos fanfarrones.

Hace muchos años que en Ecuador nos dicen los ‘argentinos light’, somos un país fanfarrón que tiene dos lucas y las tiene que andar mostrando. Por eso lo de Vidal es muy malo, porque en el fondo, que la Presidenta no mantenga una distancia, está avalando la fanfarronada, porque manejar un Ferrari, en medio de la Copa América, curao, chocar, echarle la foca a los pacos… ¡fanfarrón poh! Y además, está la indisciplina.

Piensa en todos los zorrones, el zorrón es la indisciplina misma, pero como el weón sabe que igual va a tener pega… Imagínate el zorrón, carretea miércoles, jueves, viernes, el sábado se va a la nieve, el domingo baja, no estudia ni una weá y como sabe que en la universidad cota mil, puede hacer diez veces el ramo, y al final el tío, el papá, el amigo del papá, lo va a salvar y va aparecer de gerente… Imagínate que ese zorrón que está curao en la barra del Amanda, ese va a hacer tu jefe, ese weón que está de miércoles a domingo raja, que el asao’, que la pichanga, que los amigos, que el after hour, que las minas, que el carrete, que la disco… ese weón que está zorroneando, ¡ese weón igual va a ser tu jefe!

Y la cosa ni chorrea…

¡Qué va a chorrear!, si en Chile la meritocracia es una mentira, no existe la meritocracia, es una mentira. Mira las cifras que da la Fundación Sol, como el 80% de los chilenos gana menos de 800 mil pesos mensuales y el 40% menos de 400 mil, o sea la escala de ingresos en Chile es completamente desproporcionada. Lo lógico es que como ocurre en los países de la OCDE –como este país fanfarrón quiere ser–, es que una cajera de supermercado, con lo que gana una empresa gigantesca, pueda vivir normal, sin estar con la caca hasta el cuello todos los meses, trabajando en una gran empresa multinacional debería ganar bien, pero no, gana mal y vive con la caca al cuello. Ese es el problema.

El que está más arriba caga al que está más abajo…

Exactamente, existe un problema en Chile de la corrupción generalizada, pero que es integral de la sociedad. Ahora yo no justifico a los weones de las farmacias, ni justifico a los weones de Penta o de Soquimich, porque la gente evade el Transantiago, como dicen algunos weones. Pero también podríamos empezar por casa poh, o sea por no botar el papel al suelo, no cuesta nada. Hay una cosa del ‘flaite parao’: “¿Por qué tengo que botar la basura en el basurero?”, como si uno fuera más choro si la bota al suelo. Hay una cosa de desafío, que creen que eso desafía a la autoridad, que es un desafío al sistema andar sucio, botar las cosas, dejar todo cerdo. Entonces también hay una forma de empezar a disminuir la corrupción en Chile, es empezar por uno mismo. Empezar a pagar lo que corresponde, cumplir tus compromisos, respetar el medioambiente… Esa es una forma de hacerlo.

(Continúa abajo)

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“LA SELECCIÓN NO ES CHILE”

Has salido criticando los planes de ‘estadio seguro’ y el tema de la violencia en los estadios…

(Interrumpe y contesta con mezcla de cansancio y hastío) Mira. si todos saben quiénes son, saben quiénes son los líderes, van a todos los entrenamientos, se pasean en el estadio y los políticos los usan como brigadistas en las elecciones. Piensa en lo que pasó en Colo Colo, con la Garra Blanca y el Pancho Malo, y resultó que estaban arreglados con el jefe de seguridad de Colo Colo, Osvaldo Jara, que era un ex coronel de fuerzas especiales. Eso está en YouTube, tengo columnas en El Gráfico. ¡Si lo he denunciado cien veces en la radio! Quiénes son, cómo se llaman, cómo actúan, y resulta que nombraron a un general de Carabineros a cargo de la seguridad que no logró nada, y dicen ‘a Jara no se le toca’ y listo. Había una movida ahí. Cambian las caras, las ropas y ellos saben quiénes son. A Hernán Levy lo amenazaba la Garra Blanca y se cagaba de miedo, pero sabía perfectamente quiénes lo amenazaban, tenía todos los nombres. Amenazaron al intendente de Santiago en el gobierno de Piñera y ahí está. Y esta es una parte de la historia. La otra es la del negocio, el de las entradas gratis, que les pasen camisetas, el negocio de cobrarle plata a los jugadores, si los jugadores saben quiénes son todos esos weones, si los conocen porque los han visto mil veces.

Pero entonces son cómplices…

¡Pero obvio!, si han sido denunciados cien veces. ¡Supierai la cantidad de columnas que he escrito denunciando esta weá con nombres y apellidos, con todo! Además son brigadistas en las elecciones, son los que van a romper letreros. Pregunta por las elecciones de diputado de Providencia-Ñuñoa, Marcela Sabat v/s Rodrigo Álvarez; uno trabajó con Los de Abajo y otro con la Garra Blanca. Pregunta quién le destruyó la sede a Marcela Sabat… ¡La garra poh weón!, gente de la garra.

¿Hay que ponerle recursos públicos a la pelota?

El fútbol está en manos de los grandes empresarios, y eso no es irrelevante. Antes, los tipos se movían en su círculo, ahora el fútbol es una arista más de los holdings. El mismo Leonidas Vial, involucrado hasta las orejas en el Caso Cascadas, habla del “emprendimiento”, de “la empresa” cuando se refiere a Colo Colo. Entonces ¡no!, no corresponde darles nada público, nada. ¡Pero si tú ni siquiera podís ver los partidos gratis en la tele! ¿Qué te da el fútbol gratis?

Dicen que da alegría…

¿Y cuanto ganai con la alegría? No les corresponde nada, no les tendrían que dar nada… si ya les construyeron estadios. Esto es como el modelo empresarial chileno, todo subvencionado, “socialistas pa’ las pérdidas y capitalistas pa’ las ganancias”. Con el fútbol es igual.

A mí me impresiona cuando veo a los hinchas cantando el himno con la mano en el corazón, con cara emocionada… Me impacta ese patrioterismo.

La mano en el corazón nunca fue chilena, ¡esa weá era peruana! Si tú ves antiguas fotos de las selecciones cantando el himno, el futbolista chileno cantaba en posición de firme, con las dos manos abajo. Esto de la mano en el corazón lo inventó Zamorano y no sé por qué weón, y… le copiaron. Pero eso siempre fue de los peruanos, si esto salió en los noventa, antes nunca se cantó así. El tema es que cuando el himno tú lo empezai a gritar, cuando tú empiezas a manosear la bandera, pierde el contenido, queda la pura cosa exterior, la pura cáscara, pierde el significado. Y cuando tú gritas el himno, pierdes el respeto y lo manoseas.

¿La Selección es Chile?

No, ni cerca. La Selección es la ANFP, una corporación de derecho privado. Confundir la pelota con la patria es un grave error, como lo que pasó con el Maracaná, que le pegaron a un gringo, un gallo negro, porque lo confundieron con un brasileño. Es impopular decirlo, pero es peligroso confundir la pelota con la patria, o sea si Chile pierde ¿es peor país? Es tonto…

Y si gana, hacemos la vista gorda de todo…

O sea, ya no, la Copa América fue hace tres semanas, a Bachelet no le sirvió de nada, pese a todo lo que quiso colgarse de la situación.

 

DE FÚTBOL Y OTRAS HIERBAS

Eso de que el deporte “te aleja de las drogas”, ¿qué tan cierto es?

Bueno… Si poh, o sea, si le haces a la pasta base no creo que juegues bien al fútbol.

Pero no basta con construir la cancha nomás, como vemos que se hace en las poblaciones…

No, no es la pura cancha, es la organización, son otras cosas. Yo no conozco bien las políticas públicas, pero te puedo decir que este país se fue a la mierda cuando entró la pasta base. ¿Qué destruyó Chile? Claro, la falta de educación, pero eso llegó de la mano de la pasta base. Los tipos no tenían educación pero tenían pasta base, no era difícil que se fueran por ahí.

Pero hay quienes se fuman su pitito antes de jugar una pichanga…

O sea, hay niveles de distorsión. En un campeonato de barrio un weón volao no juega bien, porque está bajao’. Cacha quienes ganan el partido: el equipo que tiene menos volaos. Incluso yo sacaría a la marihuana de la lista de dopaje porque no ayuda, molesta… Obvio, imagínate un arquero volao, ¡no cacha na’ poh!, está volao, no está concentrado. ¿Qué sanciona el dopaje? El dopaje sanciona las substancias que a ti te mejoran en el rendimiento y el cannabis obviamente no mejora el rendimiento, lo empeora. Imagínate a Usain Bolt volao, sonó el disparo y todavía no sale, y Usain “¿qué?, ¿sonó el disparo?”. “Es que estaba pegao weón”. Entonces en el fondo el dopaje de la marihuana es una sanción social, pero no deportiva. Que alguien me diga un deporte en que la marihuana es beneficiosa. A menos que sea algún campeonato mundial de pegaos, o de hambre, de comer pasteles. Pero en ningún tipo de deporte competitivo la marihuana te va ayudar.

O sea que si lo hacen en su tiempo libre, ¿entonces no hay mayor problema?

Lo que pasa es que como el cannabis tiene un tema de connotación política, hay una cosa de moralina, y las federaciones deportivas, federaciones internacionales, Comité Olímpico, FIFA, son súper conservadores… Pa’ fuera, pero como todas estas weas poh, tiene un doble rasero, el público y el privado. Privadamente ya se comprobó que Blatter hasta perseguía a las minas de Cristiano Ronaldo, pero públicamente hacen una cuestión conservadora, moralista, ultramontana. En eso no se diferencia mucho de la Iglesia, o sea son esas mega estructuras conservadoras que tienen un doble discurso, que a partir de ese discurso conservador generan grandes recursos para ellos y andan persiguiendo disidentes o gente que les haga ruido o las drogas, o cualquier cosa que se vea fea.

¿Y que pasa con Cristal?, una marca de cerveza que es auspiciadora del fútbol…

Lo que pasa es que el alcohol socialmente no está sancionado. Que el alcohol produce crímenes, robos, pero como quedó comprobado con la prohibición en Estados Unidos, prohibirlo fue mucho peor que autorizarlo y pasa que el alcohol es una industria muy fuerte…

¿Pero tendría que haber una barrera con el deporte?

Si, lo que pasa es que es un gran proveedor de recursos para el futbol, entonces el futbol no va hacer el primero en tomar la iniciativa de pedir que se prohíba esto.

¿Y por qué crees que se le da como caja al tema de los pitos?

Porque en el fondo son enemigos culturales. Si a mí me preguntai, evidentemente la persecución que se hace en contra de la marihuana es una pelotudez, teniendo en cuenta el nivel de daño que hacen otras substancias, algunas legales. La gente en Chile se automedica con calmantes, con psicotrópicos… El negocio de las farmacéuticas, el negocio de los médicos recetando. Resulta que en Chile una persona va una vez al psiquiatra, una vez, y ya le recetan calmantes o estimulantes o lo que sea. ¡Con una visita, weón! Ya lo he visto por lo menos en cinco personas. Entonces ahí hay un negocio, un estímulo por parte de la industria farmacéutica pa’ recetar y pa’ hacer este tráfico con remedios que en Chile, además, valen diez veces más que en cualquier parte. Entonces todo es parte del gran negocio de las drogas. Ahora, perseguir a un weón por tres matas, claro, es la raja porque desviai completamente la atención.

La pregunta de rigor: ¿cuál es la droga de Guarello hoy?, ¿o cúal fue?

Yo antes me drogaba con revistas de fútbol, creo que ahora me drogo comprando libros. ¿El café? Uno al día es muy estimulante…

¿Y alguna anécdota con alguna sustancia?

No, me fumé mis caños y nunca faltó el que era puro dolor de cabeza… Pero hubo uno que me alivió una jaqueca terrible. Lo que pasa es que yo estaba en un colegio pechoño, así que lo mío siempre fue muy esporádico.

¿Te parece que la gente tenga un acceso legal al cannabis?

Si, completamente, si la gente lo fuma en su casa, entre adultos, ningún problema. Y si me dicen que el presidente de la república se fuma unos cuetes en su casa, ningún problema, o sea prefiero eso a que se tome una botella de coñac como hacia Winston Churchill.