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Francisco Vidal: “Al país le falta emparejar la cancha y eso implica decenas de políticas públicas”

A mediados del 2020, el exvocero de gobierno y vicepresidente del PPD, Francisco Vidal, daba claras señales en su coalición de llevar adelante su vocación política y sumarse como otro candidato de la oposición a la carrera presidencial. Hoy, a tres días de las primarias abiertas de su partido, reconoce las diferencias de una izquierda política que no da el ancho, pero que debe avanzar para construir una mayoría.

Por Claudio Venegas / Fotografías por Ronny Belmar.

¿Hoy día sigue siendo vicepresidente del PPD?

Sigo siendo el primer vicepresidente del PPD y el otro cargo que más me importa es ser profesor de historia en la Escuela de Periodismo de la Diego Portales y de Universidad Alberto Hurtado.

En un año de clases online.

Todo el año que pasó tuve clases por zoom y mi experiencia fue horrorosa. Primero te cansas mucho más porque hablas mucho más. Segundo, no conoces a tus alumnos. De repente ves un “mono” en la pantalla, pero no es lo mismo que las clases presenciales. Lamentablemente, ya me anunciaron que el primer semestre de este año será también por zoom.

Estaba recién recordando que la primera vez que hablamos fue días antes del 18 de octubre del 2019, y nuestra conversación en ese entonces trató de otros temas porque no estaba en el horizonte lo que iba a ocurrir en Chile.

Pero el volcán estaba creciendo porque estas cosas no aparecen de un día para otro. Yo creo que eso iba a ocurrir de todas maneras, mientras no se resolviera una contradicción esencial de la sociedad chilena de los últimos 30 años.

¿Cuál es la contradicción esencial?

Por una parte, tienes un país que crece como nunca en su historia. Nunca en los últimos 30 años, desde el punto de vista de las estadísticas, Chile ha crecido más. Segundo, nunca antes se había disminuido tanto la pobreza. Pero no fuimos capaces de superar la brecha de desigualdad. Yo creo que eso fue lo que reventó.

Es que parece que los crecieron esos 30 años fueron algunos grupos económicos.

Por definición, si el Estado no estás regulándolo, se concentra. Chile es uno de los países más concentrados del mundo. Hoy somos el cuarto país del mundo de mayor concentración del ingreso en el 1% más rico. Eso es lo que estalló. Pero también el abuso, la corrupción, las instituciones, la distancia entre ciudadanos y partidos, el descrédito de los partidos y más. Tú sabes que en todas las encuestas de confianza de las instituciones, durante muchos años los partidos políticos hemos sido los últimos con el 2%. En una escala, después de nosotros, no hay nada.

Esto se vio reflejado en los primeros días del estallido social donde no se vieron banderas de los partidos políticos.

Si llegabas con una bandera te agarraban a charchazos.

Entonces, ¿cómo puedes explicar esa falta de sintonía, especialmente entre las organizaciones sociales y los partidos de izquierda?

Lo que pasa que una parte de la izquierda se sintió cómoda con esta realidad donde te menciono tres cosas: Crecimiento económico, disminución de la pobreza y gran votación electoral. Recuerda que habían dos grupos de la concertación que se formaron en el ’98. Uno eran los flagelantes, donde yo estaba, y los complacientes. Los flagelantes decíamos: Cuidado, no basta crecer y disminuir la pobreza, hay que meterle más política con reformas laboral, fortalecimiento del sindicato, reforma tributaria. Y los complacientes, amigos míos, decían que estábamos locos porque si el país crece, con la plata disminuimos la pobreza y además ganamos las elecciones.

Respecto al tema de tener gran votación electoral, y engancharlo con lo del plebiscito por una Nueva Constitución, habiendo podido votar 14 millones de personas, votó sólo el 50% del padrón electoral.

La mitad del país no está botando, sigue siendo muchísima gente qué piensa. No sabemos por qué no votan. Pero, efectivamente es la votación más grande en la historia de Chile en cuanto a la cantidad de gente que votó. El otro 49% que no votó es una mezcla entre personas que no le creen nada a nadie, con las personas que piensan que la vida es de uno y que da lo mismo lo que le pasa el resto, y con una cuota de ignorancia. Hay que explicarle a la gente que la salud, la educación y el empleo y la pensión dependen de la actividad política.

Pero también hay una cuota importante de gente que está allá abajo que piensa que no le van a arreglar nada.

También, pero eso es un problema de pedagogía cívica. Te daré un ejemplo, en Vitacura vota el 88% y tienen plena conciencia de clase. En La Pintana vota el 43%. Entonces, lo que hay que hacer desde la izquierda es explicarles a las personas de La Pintana que hay que votar porque en una democracia se gana con votos y no con balazos. Y si usted quiere cambiar el país y hacer transformaciones se requieren mayorías en La Moneda y en el Parlamento.

¿Y no será parte del problema que uno tiende casi naturalmente a identificar las causas sociales con la izquierda política, pero parece que la izquierda no está dando el ancho hace rato?

La mejor demostración es que somos como tres o cuatro izquierdas. Hay una izquierda dura que tiene la mejor voluntad para cambiar el sentido al país, pero no sé da cuenta que para que esos cambios sean permanentes tienes que ir avanzando y corriendo el cerco de a poco. Y las veces que se ha corre muy rápido, los otros reaccionan y retrocedemos 40 años.

¿Quiénes son ellos, Frente Amplio y Partido Comunista?

Es que depende del momento. Durante el periodo del presidente Allende, la Unidad Popular estaba dividida. Estaban quienes decían “avanzar sin transar” en el Partido Socialista y que se expresaba en las murallas. Mientras que en la otra muralla decía, “consolidar para seguir avanzando” del Partido Comunista. Entonces, para avanzar y correr el cerco se requiere mucha voluntad, mucho talento y mucha mayoría. Y la mayoría hay que ir construyéndola.

¿Cuáles son las otras tres izquierdas?

La izquierda comunista, la izquierda del Frente Amplio, hay una izquierda humanista y una izquierda más social demócrata que, a su vez, no es una sola. Yo tengo amigos y compañeros que se entusiasmaron con el neoliberalismo, y se llaman así mismo como social liberales. Pero la historia demostró que estaban equivocados, y la mejor demostración de todo esto fue el 18 de octubre. Yo tenía compañeros que me decían, “Pancho, lo que importa es reducir la pobreza, que la gente sea desigual”. Pero no es así, la gente quiere vivir en un país donde el lugar de nacimiento no te predetermine.

¿Esa es su bandera de lucha en esta nueva incursión política?

Yo creo que sí. Al país le falta pegarse un ajuste. Emparejar la cancha completa y eso implica decenas de políticas públicas. A mí me encantaría, pero creo que voy a estar muerto antes, pero me encantaría que en algún momento si el Presidente de la República le da covid-19, se vaya a atender al hospital público y no a la Clínica Las Condes.

Ahora va de precandidato presidencial al PPD.

Este jueves, el Partido Socialista va a proclamar a Paula Narváez en su Comité Central porque no tiene competencia. Los demás de la izquierda fueron a una primaria ciudadana donde votaron 28 mil personas en todo Chile en plena pandemia y eligieron a la senadora Rincón. Y nosotros, este domingo 31 tenemos tres candidatos, Jorge Tarud, Heraldo Muñoz y yo. Y hemos decidido que voten los militantes, pero más importante que vote la mayor cantidad de ciudadanos independientes. Porque estamos convencidos, desde antes del estallido, que la clave el ciudadano participe voluntariamente.

Cuando me describía a la izquierda y hablaba de sus amigos neoliberal, estoy asumiendo que usted es el más social demócrata de esos tres.

Yo creo que me podría definir dentro de la izquierda social demócrata. Te voy a poner un ejemplo, hay amigos míos que les gusta Joe Biden. A mí no me gusta mucho, prefiero a Bernie Sanders. Me gusta más izquierdosa la cosa porque estoy convencido que para construir una sociedad más justa, hay que tener el mercado regulando al mercado, y no al mercado dominándolo todo.

¿Han debatido en torno a estas propuestas con los otros candidatos?

Hemos tenido algunos foros en radio y televisión, pero que son tan apretados en el tiempo que no te permite establecer tus prioridades. Obviamente hay un discurso común.

¿Y qué es lo que está en juego a su juicio en esta elección del PPD?

Yo creo que están en juego las historias. Aunque somos más o menos de la misma edad, yo cuando joven fui un estúpido y fui de derecha, Heraldo ha sido toda la vida un hombre de izquierda, y Jorge Tarud no sé muy bien. Yo evolucione desde la derecha a la izquierda por lo que estoy muy orgulloso. Porque conozco a otros compañeros míos que ha sido al revés, nacieron de izquierda y se fueron a la derecha, pero es problema de cada uno.

¿Don Heraldo Muñoz uno no lo puede ubicar en ejes más conservadores hoy en día?

No, yo creo que Heraldo, por lo que he leído tiene muy buenos libros, es un socialdemócrata más tirado para Joe Biden

Entonces, ¿por qué no apoyarlo a él?

Porque yo me creo capaz.

¿Y la diferencia no está puesta en lo que va a pasar después de las elecciones, donde haya que enfrentar a estos cuatro candidatos?

Yo te diría que buscando y no inventando, se establecen ciertas diferencias, por ejemplo, la política de alianzas. Yo soy partidario de que vayamos a una sola primaria con Jadue, mientras que Heraldo es más distante a eso. Yo creo que la oposición tiene que estar en el gobierno, incluyendo a los comunistas. Así como lo hicimos con Bachelet en la Nueva Mayoría, donde los comunistas hicieron un gran aporte. De hecho, los que menos problemas le hicieron a Bachelet fueron los comunistas.

¿Usted me está diciendo pasar de los cuatro candidatos a una elección con las demás?

Hay una primaria legal el 5 de julio, a mí me gustaría llegar hasta primaria legal con toda la oposición. Imagínate el día de las elecciones, Jadue, Pamela Jiles, Ximena Rincón, Carlos Maldonado, la Paula Narváez o yo,

¿O sea, también hay una previa con los socialistas?

Suponte que gano yo el domingo y gana la Paula Narváez el jueves, yo soy partidario de una consulta ciudadana con la Paula. De tal manera que sólo llegué uno. Eso ha ocurrido siempre, con Frei, con Lagos y con Bachelet. Siempre los socialistas y PPD hemos estado detrás de un solo candidato. Para que la gente recuerde en la última primaria legal, cuando ganó Bachelet por segunda vez, acuérdate que votaron dos millones en esas primarias legales, Bachelet quién iba respaldada por socialistas y PPD.

Y siendo Paula Narváez la continuación al bacheletismo, ¿no sería mejor para el país que se abrieran un poquito más las ventanas y no se fueran cerrando de nuevo?

No se trata de repetir el gobierno de Bachelet, se trata de profundizar lo que ella empezó y que lamentablemente nos fue mal porque estaba lleno de vacilaciones en el gobierno; ministros que no creían en el programa, gente en el parlamento que decía “yo no leí el programa”. El programa del próximo gobierno de izquierda, o de centroizquierda, es aterrizar en la vida de las personas lo que va a decir como enunciado la nueva constitución. ¿Qué debiera decir esta nueva constitución? Que Chile es un estado social de derecho que le garantiza a todo ser humano, por el hecho de nacer en Chile, un mínimo a las más esenciales necesidades de nuestra vida: salud, educación, vivienda, empleo y pensión.

Pero en la Constituyente donde era la oportunidad de unir a la oposición, terminaron habiendo casi 70 listas.

Eso refleja la estupidez y la idiotez de los dirigentes partidarios, donde me incluyo. Yo no participe en la negociación, pero se los dije en todos los tonos. La derecha, que yo calculo que va a sacar un tercio de los votos, dado que va unida, va a tener la mitad de los constituyentes, todos los opositores divididos en tres cuatro o cinco listas, vamos a tener dos tercios de los votos y vamos a tener la mitad de la constitución, ahí hay que cobrar la factura al 80% que aprobó una nueva constitución.

Entonces, ¿cómo vamos a llegar a una primaria unida si no fueron capaces de unirse para las constituyentes?

Como yo milito hace tantos años me doy cuenta claramente la lógica del partido, que parece una lógica de banda o de secta, no se dan cuenta del árbol ni del bosque. Yo era partidario de una lista única. Nosotros teníamos 120 precandidatos a constituyentes, teníamos que presentar 34 candidatos, y para que te cuento la guerra que tuvimos para llegar los 34, si íbamos en una lista, de los 120 originales pasando por los 34 llegábamos a 10. Había que llegar a 10, y había que sacrificar a 100, porque lo importante era tener mayoría en la Constituyente. Anda hacerle entender tu a los partidos la lógica de lo que yo estoy diciendo.

¿Y también hacérsela entender a la gente?

Lo que pasa que eso es una cosa increíble porque las listas son la derecha, Chile Digno, Comunistas y Frenteamplistas, los Humanistas y la Unidad Constituyente. Hay cuatro bloques políticos con muchos independientes incorporado, pero deben haber cinco o seis listas más del mundo independiente. El 60% de los candidatos hombres y mujeres a constituyentes son independientes. Lo que pasa es que los independientes más opositores no entendieron nunca, y nosotros tampoco entendimos, porque ellos querían hacer pactos electorales de tal manera que las listas independientes unieran votos con nosotros, los partidos, pero tú sabes que los partidos les dijeron que no.

¿El PPD también dijo que no?

Nosotros en la dirección nacional dijimos que no, es bueno que los independientes formen un pacto. De hecho, nosotros de los 34 candidatos y candidatas que inscribimos, 14 son militantes y 20 son independientes, 18 son mujeres y 16 hombres, o sea que el objetivo cuántico está logrado. La idiotez, la torpeza y la miopía le va a permitir a la derecha con un tercio de los votos tener cerca de la mitad de la Constituyente, lo que te va a obligar a trabajar mucho más.

¿Qué piensan sobre la cannabis en el PPD, se fuma cáñamo o no?

Es probable, nunca lo he investigado. Mi opinión es que primero hay que discutirlo y debatirlo, que no sea un tema tabú, además aprovechando la situación de Uruguay y algunos países de Europa, y algunos estados norteamericanos. Lo que existe hoy en día es lo peor, porque va generando una mafia en el narcotráfico. Yo creo que el día en que se legisle sobre el tema y el precio esté regulado y se pueda comprar en la farmacia de la esquina, se acaba de inmediato el incentivo. Porque en el mundo popular está muy vinculado el mundo de la marihuana con la pasta base, y la pasta base sin discusión es un veneno.

¿Usted cree que el narcotráfico es un síntoma de esta desigualdad que se ve manifestada el 18 de octubre?

Claro, te pongo un ejemplo: Yo vivo en Las Condes y nunca he visto cerca de mi casa un funeral narco, nunca he visto cerca de mi casa fuegos artificiales y nunca en la esquina de mi pasaje han pedido si es que venden pasta base, donde se ven estas cosas, el mundo popular. Una de las formas más serias de combatir el narcotráfico es sacándole el negocio a lo menos de la marihuana de la red del narcotráfico.

¿Será que el foco se ha ido trasladando desde la desigualdad y los abusos, al narcotráfico y los funerales narcos?

Lo que pasa es que si colocamos el foco en el efecto y no en la causa estamos distorsionando la realidad, porque no hay funerales narcos en la dehesa y no es un problema de altura ni que haya un muro, es de desigualdad.

O seguramente deben haber, pero no tiran fuegos artificiales, o no los nos notamos.

Claro.

Ojalá que le vaya bien y que participe mucha gente.

Si participa mucha gente gano, si participa poca gente pierdo. En la última elección del PPD votaron 9000 personas, esperamos que ahora sean 15000 o 16000, esa es la gracia de unas primarias ciudadanas, que los ciudadanos participen. Recordemos que en estas primarias pueden votar todos los ciudadanos independientes y miembros de los partidos de izquierda y centro izquierda.