Fármacos a base de cannabis salen hoy a la venta por primera vez en Chile
Hoy el matutino “La Tercera” anunció con bombos y platillos y con un poco de “infomercialidad” periodística , que por primera vez los chilenos que lo requieran podrán adquirir medicamentos a base de cannabis sativa para tratar sus dolencias. Se trata de los productos T100 y TC100, del laboratorio Tilray, que estarán a la venta en dos locales de la Farmacias «Carmen», de Santiago.
Según el diario nacional, Alef Biotechnology, que investiga y produce cannabis medicinal, posee desde enero el permiso entregado por el Instituto de Salud Pública (ISP) para importar el medicamento, que se prescribe como tratamiento paliativo del dolor.
En lo específico, se trata de soluciones oleosas, en frascos de 25 milímetros, en las versiones de 10 miligramos por ml y cinco miligramos por ml, dependiendo de la concentración de tetrahidrocannabinol (THC), principal principio activo del cannabis. Pero acá viene el pequeño gran detalle: El precio de ambos será de $ 210 mil y hay 300 unidades de cada versión disponibles, un poco menos que el sueldo mínimo, es decir., chilenos de clase media , vayan tachando esta alternativa por el momento.
Y ojo con este dato entregado: La llegada del fármaco se gestionó mediante una asociación con el laboratorio Alef Biotechnology, que tendrá a su cargo la distribución y que, además, obtuvo una autorización para producir cannabis medicinal con fines comerciales en el país.
“Este es un plan piloto para poder dar acceso a los médicos a un producto con un alto estándar, que les dé seguridad y que permita replicar resultados que se han obtenido en otros países”, explica Roberto Roizman, presidente del directorio de Alef Biotechnology.
LA OPINIÓN DE FUNDACIÓN DAYA
Muy bonito y explicativo todo, pero en Cañamo quisimos preguntarle directamente a la Directora Técnica y químico farmacéutica de fundación Daya, Alejandra Ahumada, si estaban al tanto de la llegada de este producto y si este fármaco efectivamente acarreaba todos los beneficios antes descritos por el periódico de circulación nacional.
¿Estaban al tanto de la llegada de este fármaco desde América del Norte?
Nosotros teníamos conocimiento de este permiso que pide Tilray, una empresa canadiense productora de fármacos a base a cannabis, que hoy día a través de esta empresa Alef Biotechnology solicitan al ISP un permiso especial. Tal como lo ha señalado en la prensa Carlos Bravo, jefe de la Sección de Estupefacientes y Psicotrópicos del ISP, «es una autorización excepcional y provisional, amparada en un artículo del Código Sanitario que contempla la posibilidad de importar medicamentos sin registro sanitario, en una partida limitada».
Esto implica que comercializarán un producto que no se encuentra registrado en Chile, es decir, que dicho laboratorio no han presentado ningún estudio clínico en Chile que demuestre su eficacia y seguridad. Esto, a diferencia de los estudios clínicos que actualmente estamos desarrollando en el país para diversos fitofármacos en base a cannabis, junto a la Municipalidad de La Florida y Knop Laboratorios, ya que como Fundación Daya buscamos generar desarrollos farmacéuticos nacionales con medicamentos cuyos valores estén al alcance de la mayoría de las personas y de manera constante según sus necesidades.
Por no haber presentado los estudios clínicos que permitan su registro en Chile, el ISP ha autorizado una partida de sólo 300 unidades del medicamento, lo que unido a su valor lo hace poco accesible para la mayoría de las chilenas y chilenos, considerando que por sus concentraciones, la necesidad mensual para manejo del dolor se podrían requerir dos o tres unidades del fitofármaco.
¿Pero el fármaco tiene una composición efectiva para un tratamiento médico?
Efectivamente son productos a base de cannabinoides. Nos alegramos que el camino que ha abierto Fundación Daya, sus pacientes, y otras organizaciones similares en Chile, generando cambios culturales y sociales en la percepción de las personas que hoy reconocen las propiedades medicinales del cannabis, se siga ampliando con estas nuevas autorizaciones que otorga la autoridad sanitaria.
Dicho esto, consideramos el mejor escenario sigue siendo el desarrollo de fármacos en base a cannabis de producción nacional, que aporten al desarrollo económico del país y permitan generar fitofármacos con valores que le den acceso a la mayoría de las personas en nuestro país, que en general no pueden pagar los valores de productos importados como el Sativex o el que importa Alef Biotechnology.
En lo que no estamos de acuerdo es en lo declarado por Roberto Roizman, presidente de Alef Biotechnology, quien señaló en la prensa que la importación de su medicamento elimina «costos inalcanzables u opciones no certificadas por la autoridad de salud”. Por una parte el costo de este medicamento importado excluye a gran parte de la población ya que su valor es casi el mismo que un sueldo mínimo. Por otra parte en Fundación Daya creemos que el autocultivo y las preparaciones medicinales caseras que realizan los pacientes, que caen en esa categoría de «no estar certificadas por la autoridad de salud», es un derecho de autonomía y salud de los pacientes que debe ser resguardado, ya que permite democratizar el acceso, trayendo grandes beneficios a miles de personas como lo ha demostrado en la práctica nuestro país. Cabe señalar que en Canadá, país de donde proviene esta importación, también contempla autorizaciones a personas para autocultivar su propias plantas para tratamiento médico.
El hecho que hoy se estén importando estos productos es consecuencia del trabajo que en Chile han desarrollado miles de personas y diversas organizaciones como las nuestras, que logramos que la Ministra de Salud Carmen Castillo y la Presidenta Bachelet firmaran los decretos 404 y 405 en diciembre de 2015, permitiendo la importación y exportación de fitofármacos en base a cannabis.
Link: http://www.latercera.com/noticia/farmacos-base-cannabis-salen-hoy-la-venta-primera-vez-chile/