Con la proliferación de las redes sociales cannábicas y con mercados donde el cultivo, uso y distribución de la marihuana es legal, muchos han visto cómo surgen nuevas formas de consumo que permiten disfrutar de una planta de calidad superior a lo que estábamos acostumbrados hasta hace solo unos años.
Ya son archiconocidos los más tradicionales métodos de consumo de extracciones, aunque aún queda mucho por descubrir y experimentar en ese fascinante mundo del cannabis. Pero es innegable que en estos tiempos, consumir rosin, BHO, u otros productos es más común de lo que se cree.
Una de las complicaciones que aparece cuando queremos consumir estos extractos es la forma en que lo hacemos. La eficiencia y eficacia de la mayoría de estos aceites se alcanza cuando se consume en vaporizadores especialmente diseñados y adaptados para las extracciones o en bongs con contenedores especiales calentados con sopletes a ciertas temperaturas.
Pero, ante la contingencia, la escasez de dinero y los imprevistos de la vida, hay otras formas en las que se pueden aprovechar las extracciones y consumirlas de manera más fácil y en la comodidad de tu hogar.
¿Qué son las moon rocks?
Cuando Neil Armstrong pisó la luna en 1969 se debió imaginar infinitas posibilidades que la humanidad tendría con el objetivo del alunizaje ya cumplido. La ciencia alcanzaba unos de sus más importantes hitos en la historia moderna, la bandera yankee se instalaba en la rocosa superficie del satélite natural de la tierra y las huellas de Armstrong quedaron marcadas para siempre en ese lugar.
Una piedra lunar la podemos alcanzar solo si nos elevamos hasta allá. Difícil físicamente, pero afortunadamente, existen miles de consumidores de cannabis que ya han ido un paso más allá y se han aventurado a probar las moon rocks, o rocas lunares en español, una forma de conservar los cogollos de marihuana con una mezcla de extractos que la convierten en una de las formas más potentes del consumo de flores.
Y es que una volada con estas rocas te lleva directamente a la luna a disfrutar de sus efectos. Y cuando tienes tu cosecha en frascos de vidrio, en el maravilloso proceso del curado, puedes hacer tus propias rocas lunares para aprovechar de visitar el cosmos con tu marihuana.
El proceso
Lo primero que debes hacer es tener los tres materiales esenciales para formar estas pequeñas rocas densas y potentes que vas a consumir en poco tiempo. Es importante tener flores secas y curadas, ojalá compactas y de tamaño medio para aprovchar sus bondades.
También debes contar con alguna extracción tipo rosin o BHO, el que tenga la textura suficinte como para cubrir la flor, cual miel sobre hojuelas. Es fundamental que también cuentes con Kief, para eso debes acumular en mallas, bandejas o incluso en tu propio moledor, todo ese polvillo fino que cae de tus flores y que huele tan bien.
Ahora, contando con toda esa materia prima, lo que debes hacer es cubrir completamente el cogollo con la extracción, como si fuera una mermelada, evitando dejar espacios sin aceite. Debería resultarte un cogollo pegajoso y cubierto de THC. Luego, debes cubrirlo completamente con Kief, sin dejar vacíos.
Obtendrás una flor con apariencia de roca verde, con e pasar de los días, la extracción y el kief terminarán de cuajar, quedando mucho más heterogéneos y listos para su consumo. La idea es probarlos a través de bongs o pipas, evitando moler la roca para no perder parte de sus componentes.
¡A disfrutar!