Ya sabemos que el CBD sirve para tratar enfermedades como la ansiedad, la epilepsia y aliviar muchos dolores en los seres humanos. Pero, lo que es bueno para nosotros ¿es bueno para tu perro?
La respuesta es sí: igual que el CBD puede ser muy beneficioso para las personas, para los perros también lo es. Y la verdad es que tiene más o menos los mismos efectos en los humanos que en los canes. De hecho, los humanos y los perros, y los mamíferos en general, tenemos sistemas endocannabinoides y receptores de cannabinoides a lo largo de todo nuestro cuerpo. Nuestro sistema incluso produce cannabinoides naturales como la anandamida, conocida como la “molécula de la felicidad” ya que ayuda a la salud mental, el alivio del dolor y el hambre.
En los perros, el CBD se puede usar para tratar dolores e inflamaciones, ansiedad, epilepsia y convulsiones, cáncer, artritis o problemas de insomnio.
Las enfermedades más comunes para la que a los perros se les da CBD son la ansiedad, el dolor y el estrés. A los perros que sufren de estrés, el CBD puede mejorarles el ánimo, calmarles, creando una sensación de relajo y seguridad. Los perros pueden sentirse más relajados e incluso más amigables porque están de mejor ánimo. A los perros hiperactivos también les viene bien porque ayuda a calmarles un poco.
El CBD también actúa como un antiinflamatorio, así que ayuda a nuestras mascotas cuanto tienen problemas en las articulaciones o en los músculos. Al tiempo de empezar a darles el CBD, las inflamaciones se reducen, incrementando la movilidad del animal y su energía. Además incluso parece que hasta rejuvenecen.
Esta solución a los problemas de muchos perros no es tóxica, el perro no se va a volar porque le des CBD. Si se le da la dosis correcta no tiene porqué pasar absolutamente nada. En el peor de los casos les produce andar como medio dormidos y es raro que tengan problemas intestinales a causa del CBD. De todos modos es recomendable hablar con un experto antes de darle nada que desconozcamos a nuestro perro e informarnos bien antes de las dosis que tenemos que administrar, que dependerán de los síntomas y el tamaño del animal.