El mercado en Chile ha ido creciendo desde el 2005. Desde entonces a la fecha han llegado aproximadamente 50 marcas distintas de fertilizantes y bioestimulantes, eso sin contar las propias marcas chilenas.
El mercado de fertilizantes para marihuana podría dividirse en los siguientes aspectos:
Por Daweed
– Fertilizantes de origen natural: son aquellos que tienen su origen en algún proceso natural y orgánico como el compostaje de humus, guanos o algas. Estos preparados llevan conservantes naturales para que su rendimiento sea más duradero.
– Fertilizantes de origen mineral: son producidos a partir de procesos de manufactura de distintos minerales, tanto orgánicos como sintéticos. Un mineral se considera orgánico dependiendo de su fuente de extracción.
Estos dos grandes grupos de fertilizantes tienen distintos subgrupos, sin embargo, lo importante es saber que cualquier fertilizante cumple con dos reglas básicas en la horticultura: deben indicar para qué proceso sirve el cultivo, e indicar la cantidad de NPK que contiene. ¿Qué es el NPK? Es la sigla general por la cual se conoce al alimento básico de todo vegetal: N es nitrógeno, P es fósforo y K es potasio. En crecimiento se ocupa principalmente el N, mientras que en floración se ocupan −como macronutrientes− el P en la primera etapa de floración y el K al finalizar esta fase. De esta manera, si deseas elegir un fertilizante para crecimiento debes fijarte que su NPK sea balanceado hacia el N; normalmente esto se representa con números enteros, como por ejemplo 3-2-2 de NPK respectivamente.
La opción de fertilizante que escojas dependerá de lo que busques. Por ejemplo, los fertilizantes de origen mineral apuntan más a CANTIDAD que a CALIDAD, no así los de origen mineral, donde la CALIDAD es lo primordial. Sin embargo, es importante que conozcas que la mayoría de las marcas de cannabis buscan un solo objetivo: mejorar la experiencia del cultivador; es por eso que no existen fertilizantes ‘malos’ dentro del rubro, ya que las empresas han invertido en tecnología e investigación para el cannabis, de forma que los resultados sean consecuentes con el objetivo del producto. Pero esto no sucede con fertilizantes de marcas agrícolas destinados a cultivos como el maíz o la lechuga, donde el NPK se dispara a niveles que no son tolerables para el cultivo de marihuana. De esta manera, te recomiendo siempre adquirir productos que hayan sido creados para el cultivo de nuestra planta amiga, asegurando una nutrición basada en la experiencia y no en el descubrir nuevas formas de alimentación. Un ejemplo de esto es el uso por parte de algunos cultivadores de Urea o Superfosfato Triple, fertilizantes de origen mineral, que ayudan siempre que los emplees en dosis mínimas, pues si no conoces la dosis lo más probable es que causes sobrefertilización y afectes el sabor y la calidad final del fruto.
También es importante saber que un cultivo no necesariamente requiere el uso de fertilizantes, siempre y cuando el alimento se encuentre disponible en el sustrato o medio de cultivo. Existen casos excepcionales, como los cultivos hidropónicos en agua o en sustrato inerte (como fibra de coco o lana de roca), en los cuales el uso de fertilización apropiada sí es obligatorio.