Música

DrefQuila: “El autotune es el único robot con sentimientos. El único que hace llorar”

Claudio Montaño, DrefQuila, tiene 21 años y está a la cabeza del trap en Chile. Sus videos tienen millones de visualizaciones y su música es escuchaba por todo el planeta. Esa misma música que comenzó haciendo en su computador y que le permitió dejar la tranquilidad de Coquimbo por el ruido de la capital para seguir profesionalizando su carrera. Sus inicios en el rap le han costado que los cultores de este estilo le saquen en cara su nuevo interés musical. Él se lo toma con tranquilidad porque ve en el Trap la forma de seguir explorando artísticamente.

Por Carlos Martínez/ Fotos: Jorge Rosales

En un momento eres un universitario que vive en Coquimbo y al otro día tienes millones de seguidores en el mundo ¿Cómo fue ese proceso?

Gracias a internet ahora se puede lograr todo. Desde Coquimbo, teniendo simplemente un home studio en mi casa, podía grabar todos esos temas que han escuchado, que han pegado. Están grabados, como siempre he dicho, al lado de mi cama, pero todos están hechos con amor. Uno los sube y espera a ver qué es lo que va a pasar. No es que haya algo que a ti te diga que así tienes el éxito asegurado. Pero internet me ayudó bastante a eso. O sea, mucha gente pensó que yo era de Santiago, y hasta el día de hoy muchísima gente lo piensa.

Para hacer la música que haces ahora el rap fue fundamental. Cuéntanos un poco de esa etapa.

Para la gente que no es muy seguidora del freestyle, quizá se vea difícil o muy complicado, pero para hacer eso es algo super natural, que fluye. Es llamar a tus amigos y decirles juntémonos en este parque, en esta plaza, llegar con un parlante y estar ahí desde las 3 de la tarde hasta las 9 de la noche freestaleando, quién tira la mejor rima, quién no, quién es el más chistoso, quién es el más serio, quién es el que rapea más rápido. Entonces te vas desafiando tú mismo, a tus amigos, haces batallas también. Entonces, ese freestyle te ayuda mucho a mantener un training mental, que sirve para no quedarte quieto y que tu cerebro nunca se quede seco.  El freestyle es fundamental y al momento de escribir te facilita mucho más las cosas.

¿Cómo fue ese primer choque de cuando venías a Santiago ya como un artista?

El año pasado trabajé un EP que fue mi primer álbum corto dedicado solo al trap. Antes todos mis álbumes eran de rap. Y en ese álbum lo saqué ponte tú en junio e hice un lanzamiento en mi ciudad, Coquimbo. Así super a la rápida, en un lugar super piola y llegaron como 100 personas. Quedé conforme pero no tanto como yo esperaba. Después me voy Brasil a grabar otro EP y cuando vuelvo me toca una fecha en Santiago: fue una vez en que toqué con Big Soto, fue una de mis primeras fechas en Santiago en que yo dije guau, algo está pasando. No eran mil personas, pero eran 300 que estaban saltando, coreando los temas desde el principio hasta el final.  Ese ya fue un golpe para mí. Vivo a 8 horas de Santiago, a 1000 kilómetros de acá, igual me están escuchando, estoy haciéndolo bien.

Y ese estoy haciendo algo bueno acá, también tiene que haber pasado cuando te despertaste en la mañana, abriste el computador y tenías millones de reporducciones.

Exacto, yo tampoco me lo esperé nunca; o sea lo quise siempre, así siempre lo visualicé y lo atraje, por eso es que está pasando ahora. Pero cuando pasó sí me sorprendí mucho. Cuando empezaron 10.000 visitas, ya es sobre un rango; ya no eres muy underground. Después cuando llegan las 100.000 visitas dices, guau, espérate, aquí algo está pasando. Después, 1 millón, ya te pones serio; 10 millones, ya es otra cosa. Entonces dedícate a eso, hermano.

Tus amigos del barrio, cuando vieron este crecimiento, ¿qué decían?

Gracias a Dios, he escogido mis amistades con pinzas. Soy muy selectivo en ese sentido y las amistades que tengo son personas que se alegran con tus triunfos, que se alegran como si fueran de ellos tus triunfos, que no te tiran para abajo. A ellos les impactó ver que el Dref que improvisaba con ellos en el 2013, que batallaba, que tiraba la talla, fuese un artista de trap grande en Chile, para ellos fue impactante, pero el apoyo que ellos me dieron cuando esto pasó también fue muy fundamental.

Sigo curioso con esto de la masividad de internet y con el punto de inflexión donde todo cambió. No sé si recuerdas algo que expresara este cambio dramático.

Yo tenía una canción que se llamaba Devil, y esa canción, que era como trap ya más duro, la subí y esa fue como la primera que tuvo como 100K-150K, y dije, esto es algo.  Esa canción yo la hice un remix con un argentino que se llama Código  y esa canción fue mi primera en llegar a un millón. Eso pasó en 2016 como a mitad de año. Después, otra canción que saqué de trap que es romántica, Ella busca, fue la segunda canción en llegar a un millón. Entonces esa fue la transición, en que yo estaba estudiando en la universidad, hacía temas con el tiempo que me sobraba; después de estudiar los subía, llegué a un millón y dije guau, qué es esto. Y eso me hizo cambiar mucho, reconsiderar todo, y ya después me salí de la U y al otro año, en 2017, dije tengo que empezar esto, si ya hice un millón puedo hacer algo mejor. Saco A fuego y en el mismo mes, quince días después, saco UP, y ahora tiene 7 millones y el A fuego tiene 20 millones. Temas en que no sé, hice el beat, dije oh, ese coro está bonito, lo maqueteaba, salió del corazón, lo grabé, no en un estudio máximo pero ahí está.

¿Monetizas esas visitas de Youtube?¿Funciona bien?

Sí, gracias a Dios, a Youtube. He considerado tatuarme el logo de Youtube, si Youtube me hizo todo, hermano. Imagínate tener el logo de Youtube y el autotune tatuados (risas), hermano. Buenísimo.

¿No tienes rollos con el autotune?

El autotune es el invento más grande que ha creado el hombre, hermano. Cero rollo. El autotune es el único robot con sentimiento. El único que hace llorar. Con eso te lo digo todo.

Cuando te das cuenta de que es algo grande y que hay que transformarlo en un negocio, de seguro te empezaron a llover ofrecimientos. ¿Cómo lidias con eso?

No soy como son esos cantantes que escriben, graban y ya, que todo pase, y se sientan. Gracias a Dios tengo la virtud de saber hacer mis propias pistas, mis propios diseños, mis propios videos; de leer mucho sobre lo que está pasando, de actualizarme, de saber lo que pasa en el trap chileno, los temas nuevos. Los trapers nuevos de Chile, nuevísimos, esos que tienen 100 visitas, los conozco también. Hay que saber sobre todo lo que está pasando.

Es decir que siempre los estás mirando.

Claro. Si tú soi el cabecilla de una industria en el país, de un género, tenís que saber todo lo que está pasando, quiénes te siguen, quienes van a ir por ese puesto, todo.  Sé lo que pasa en la industria, lo malo, lo bueno, de repente, sé cómo va a ir un productor a embaucarte, a querer sacarte una rebaja, o esos managers falsos. Yo soy muy intuitivo y las decisiones que tomo, muchas son basadas en el instintito, lo que yo siento; si me da mala espina, no lo hago; si alguien me cae mal y me cae mal… es algo que es así. Gracias a Dios, tuve un camino de un año solo y después llegó Dj Mataskaupas que es mi actual manager y gracias a dios ha sido una persona fundamental en mi carrera y me ha sabido guiar, y tomar esas decisiones, ya que es una persona que igual casi viene de vuelta en esta industria, y te ayuda con toda esa madurez que uno no tiene.

¿Dónde crees que está el factor decisivo en todo esto que has logrado?

Lo primero. Yo no nací siendo Drefquila, hermano, ni Kendrick Lamar nació siendo Kendrick Lamar. Lo que hay que hacer, hermano, es fundamental y eso quiero que entiendan las próximas generaciones, es la originalidad porque se está perdiendo, se está yendo, está en extinción. Eso es lo que falta. Los niños ven que Bad Bunny pega, con la música que hace que tiene cien millones de visitas, y hacen lo mismo que Bad Bunny, pero que tú hagas lo mismo, de la misma manera, no te asegura que vas a tener el mismo éxito.

Por último, todos sabemos que en la cuarta región la marihuana es buena. ¿Cómo fue ese primer encuentro con los cuetes?

Mira, la verdad, hermano, pa qué te voy a mentir. Mis primeros caños fueron en la U, fueron como en el segundo semestre. Antes había probado pero como que no funcionó. Nunca fui una persona muy carretera, muy loco, de ir a la disco, con pastillas, que las minas, jamás. Fui siempre muy anciano en ese sentido. Los viernes y sábados, encerrado porque estaba haciendo un tema. Cuando probé la hierba nunca fue pa ir a distorsionarme y a vacilar; siempre fue porque quería ver cómo era hacer cosas con eso, cómo era jugar ping-pong con esa hueá, hacer cosas po, experimentar más que porque sí, de que quiero estar volao echao: o sea, para mí la idea es ser un volao funcional.