Consumo de cannabis en adolescentes: ¿Qué es lo que realmente ocurre?
Hace unas semanas atrás, se publicó en Ciper Chile una columna de la Psicóloga Anneliese Dörr con respecto al consumo de marihuana y daño cerebral en escolares chilenos. El artículo captó nuestro interés, por lo que quisimos poner el centro de atención en el consumo de los adolescentes e investigar sobre esta área, para poder mostrarles con evidencia científica lo que se conoce del tema.
Primero
que todo, es necesario hacer una diferencia sobre lo que ocurre al
consumir cannabis en una persona adulta, con un cerebro completamente
maduro (desde los 21 años) a otro que aún está en formación.
El cannabis en el cerebro maduro
En los últimos años se ha investigado a los cannabinoides por su capacidad de preservar las neuronas y protegerlas contra numerosos tipos de agresiones. Se ha demostrado que el cannabis tiene un efecto analgésico, antiinflamatorio, antioxidante en las neuronas, otorgándoles un perfil neuroprotector. Otro estudio demuestra que el CBD promueve la sobrevida de las neuronas modificando el periodo de muerte programada. Es por esto que deben saber que el cannabis NO mata neuronas.
Por otro lado, durante el efecto del consumo, este afecta la memoria a corto plazo y de trabajo, atención, orientación y enlentece la velocidad de procesamiento. Esto explicaría que las personas reaccionan más lento cuando están bajo los efectos del cannabis y se les altera la percepción del tiempo.
Los resultados de las investigaciones afirman que
estos efectos solo ocurren durante el consumo, mostrando que, en adultos
previamente consumidores, las funciones cognitivas nombradas se
encuentran dentro de los parámetros normales.
El cannabis en el cerebro inmaduro
Llevemos el tema al caso de los cerebros más jóvenes. Los estudios demuestran que la edad en la cual comienza el consumo sería un factor clave para determinar cualquier alteración microestructural producido dentro del cerebro.
El consumo de marihuana disminuye la capacidad cognitiva, especialmente la atención y memoria en jóvenes. Esto se debe a una disminución de las fibras de conexión que conectan la zona del cerebro que coordina información con el hipocampo, que es la zona involucrada en la formación de nuevos recuerdos, orientación espacial y memoria.
En otras palabras, cuando el consumo parte desde una
edad temprana y el cerebro todavía no se encuentra completamente
desarrollado, el riesgo de que aparezcan problemas cognitivos podría ser
mayor.
¿Componentes dañinos?
Es importante saber que los efectos dañinos del consumo del cannabis se deben principalmente al medio de combustión, la dosis, la mezcla con tabaco y otros componentes. Además, gran parte de los jóvenes obtiene el cannabis por medio de un tercero, por lo cual muchas veces este se encuentra alterado con otros productos nocivos que ocupan los vendedores para aumentar la cantidad.
El cannabis, al igual que cualquier
otro producto, es susceptible de contener microorganismos que son
adquiridos durante los procesos de cultivo y es común el uso de diversos
pesticidas. Sin embargo, debido a la falta de regulación, existen
pesticidas que suponen un riesgo para el usuario debido a los residuos
que pueden quedar en la planta. El cultivo de cannabis en suelos
contaminados con metales pesados o el uso en su cultivo de fertilizantes
de baja calidad puede suponer la presencia de elevados niveles de
dichos metales en el producto final.
Cannabis en niños y adolescentes con patologías
El uso de cannabinoides ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de niños y adolescentes como una alternativa en patologías que no encuentran respuesta en la farmacología tradicional, como en la epilepsia, autismo, dolor crónico y cáncer.
Los riesgos
asociados al consumo disminuyen al variar la forma de administración y
el cuidado de la planta de cannabis medicinal. Además, su uso es
indicado cuando otras acciones de la medicina tradicional no son
efectivas, siendo en muchos casos el único medio de proveer al niño el
alivio que necesita.
Debate artículo Ciper Chile
«El THC es una sustancia muy potente, que tiene el efecto nocivo y adictivo de la marihuana».
Hoy en día la evidencia científica muestra que el THC tiene efectos beneficiosos para la salud, ya que tiene propiedades medicinales como analgésicas, antiinflamatorias, estimula el apetito, trastornos del sueño, entre otros.
«El THC es el cannabinoide más abundante de la planta y es el responsable de sus efectos placenteros».
El efecto que pueda producir la planta viene determinado por el porcentaje de cannabinoides, terpenos, flavonoides, y otras sustancias activas que se encuentran en las diferentes variedades, NO solo por el THC. Los terpenos modulan y complementan los efectos de los cannabinoides, además de entregar el sabor y olor de cada planta.
Por otro lado, el THC no es el cannabinoide más abundante de la planta. Estos porcentajes son muy variables. ésta tiene una compleja composición con cerca de 400 moléculas activas en cada variedad, los cannabinoides solo constituyen entre el 20% y el 40% de los componentes de la planta. De los cannabinoides, el THC es solo uno de los más de 100 que se siguen investigando.
«Del resto de los componentes de la planta se sabe solo de unos pocos. Algunos de ellos son los mismos que se encuentran en el cigarrillo, como el alquitrán, aunque en la marihuana este compuesto se encuentra en una concentración cuatro veces mayor».
El
alquitrán se obtiene tras la combustión del cannabis, esta ocurre al
exponerlo a temperaturas por sobre los 230°, por lo que al utilizar un
vaporizador que regule las temperaturas, o al utilizar otras vías de
administración de este, podemos disminuir significativamente la cantidad
de alquitrán.
Consumo de cannabis en adolescentes: Evidencia reciente
Un estudio en EE.UU., que examinó el uso del cannabis en más de un millón de adolescentes entre las edades de 13 y 18 años en 48 estados, encontró que no se muestran diferencias significativas en el uso de cannabis por parte de los adolescentes en los Estados donde se ha legalizado el uso médico de la sustancia. Una encuesta realizada en California, que muestra datos de 45.264 estudiantes entre los años 2015 y 2017, señala que el consumo de marihuana entre los estudiantes disminuyó en los años posteriores a su legalización. Otro importante estudio que relaciona los efectos de la legislación del uso de cannabis y adolescentes, demuestra que la despenalización del cannabis se ha traducido en una reducción del 22% en la deserción escolar entre los adolescentes.
En
Chile, actualmente, según los registros del SENDA, el consumo de
cannabis NO ha aumentado en adolescentes desde que se aprobó el cannabis
medicinal.
Reflexión
Es importante analizar correctamente la evidencia existente, ya que es muy variable el proceso del cannabis en el cuerpo en las diferentes personas. Hoy en día la evidencia se ha encargado de demostrar que el cannabis es una planta medicinal, que sirve para consumo recreativo y que dependiendo de la manera y dosis de consumo, pueden ocurrir daños en la salud.
Creemos que poner el foco de la discusión en el consumo de adolescentes -cuando es algo que claramente nadie quiere que se produzca- mientras se encuentra en el Congreso la tramitación de la ley autocultivo seguro, que permite proteger a miles de pacientes que se tratan con cannabis medicinal, es distorsionar gravemente el debate en curso.
Por otro lado, concordamos en que es fundamental reforzar los mecanismos de prevención del consumo de drogas en niños y adolescentes con educación basada en evidencia, intentando que estos aprendan de lo que están consumiendo, cómo lo están haciendo y lo que esto provoca en sus cuerpos y mentes. De esta manera, atrasar la edad de consumo, y en el caso de los adolescentes que ya consuman, garantizar su uso de manera segura evitando en lo posible, la mayor cantidad de daños asociados.