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Cannabis y esquizofrenia: Lo que tienes que saber

«La relación entre cannabis y psicosis es motivo de controversia, y los estudios parecen indicar que el cannabis es un factor de riesgo en personas con predisposición a la esquizofrenia e influye sobre el curso de la enfermedad ya establecida».

Por Valentina Bustamante y Fernanda Poblete, Terapeutas Ocupacionales diplomadas en Rehabilitación Neuropsicológica.

Muchas personas creen que fumar cannabis desencadena siempre en la esquizofrenia, pero ni siquiera tienen muy claro por qué lo dicen, no piensan siquiera que significa el tener esquizofrenia. Es por esto, que quisimos contarles un poco de donde vienen todas estas creencias, y que es lo que la evidencia muestra al respecto, ya que creemos que es fundamental poder hablar con conocimiento.

Para esto vamos a partir contándoles que la esquizofrenia es una enfermedad de salud mental, que afecta tanto a hombre como mujeres, generalmente desde los 20 años de edad. Se caracteriza por una distorsión del pensamiento, como por ejemplo ideas delirantes -creencia falsa de la realidad que es firmemente sostenida por la persona – e ideas paranoides – sospechas o creencia de estar siendo perseguido, atormentado o tratado injustamente-. Otra característica es la alteración de la percepción de la realidad, como por ejemplo las alucinaciones que son una percepción que ocurre en ausencia de un estímulo que lo desencadene, como oír voces o ver cosas que no existen. Otras alteraciones que encontramos en la esquizofrenia son en las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la Esquizofrenia afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo.

La relación entre el consumo de cannabis y la esquizofrenia es conocida desde hace muchos años, principalmente por la creencia de que éste induce a los síntomas prodrómicos de la enfermedad, que son los que experimenta una persona antes de su primera crisis, y por producir síntomas similares a los que se producen en la esquizofrenia como las ideas paranoides.

Hoy en día las investigaciones han ido más allá que estas creencias y han demostrado que la esquizofrenia tiene una relación con el sistema endocannabinoide y tanto como puede provocar su inicio, también puede controlar sus síntomas psicóticos. Todo esto lo iremos profundizando a continuación.

SISTEMA ENDOCANNABINOIDE Y ESQUIZOFRENIA

El consumo de cannabis y la esquizofrenia pueden ser las manifestaciones de una patología cerebral común; o por disfunciones del sistema cannabinoide endógeno, independientemente del uso de cannabis.

Un estudio publicado el año 2001 en la revista de Neurociencias realizado por «International Brain Research Organization» indica que existe un aumento de receptores del sistema endocannabinoide en el cerebro de personas con esquizofrenia.

Otra investigación publicada el mismo año por la revista internacional «Neurotoxicity Research» indica que el sistema cannabinoide endógeno participa en la modulación de la transmisión de la dopamina (relacionada al movimiento, conducta, emociones, entre otras) al ubicarse los receptores cannabinoides CB1 en las áreas del cerebro que proyectan dopamina. La dopamina es una molécula relacionada a la sintomatología de la esquizofrenia.

Más adelante, un estudio clínico publicado en la revista «Neuroreport» muestra que se ha encontrado un aumento en los niveles de la anandamida (endocannabinoide) en la sangre de pacientes con esquizofrenia. Por otro lado, un estudio publicado en la revista «Neuropsychopharmacology» señala que también existe un aumento de anandamida en el líquido cefalorraquídeo de pacientes con esquizofrenia, independientemente del consumo de cannabis.

Todos estos hallazgos apuntan a posibles alteraciones estructurales y funcionales en el sistema cannabinoide endógeno de pacientes con ésta enfermedad, en los cuales aumenta su vulnerabilidad tras el consumo de cannabis. Esto podría estar relacionado con la predisposición ligeramente mayor a la aparición de síntomas prodrómico, adelantando la edad de inicio en personas con esquizofrenia.

¿THC COMO INDUCTOR DE LA ESQUIZOFRENIA?

El origen de la esquizofrenia todavía es desconocido, y la evidencia sugiere que existen diversos factores que pueden influir en que se manifieste la enfermedad. Existen factores relacionados con la genética que aumentan la posibilidad de desarrollar la enfermedad en personas con antecedentes de esquizofrenia en su familia, como también encontramos los factores ambientales, como por ejemplo el cannabis y las situaciones estresantes familiares y personales.

Un estudio realizado el 2001 por la «Sociedad Española de investigación en cannabinoides» de Madrid, señala que el THC actúa sobre las áreas y vías cerebrales dopaminérgicas, las cuales son principalmente activas en personas con esquizofrenia.

Más adelante, en el año 2005 una publicación en la revista oficial de la Sociedad de Psiquiatría Biológica «Biological Psychiatry» señala que cepas de cannabis con un mayor contenido de THC causan síntomas psicóticos más graves, aumentando la severidad de la esquizofrenia.

En el año 2009, se publica en el Diario Británico de Psiquiatría, un estudio en el que se identifica que el THC es el principal cannabinoide de principio psicoactivo con más poder para producir psicosis en personas con esquizofrenia. Estos estudios nos muestran que el consumo THC además de ser un factor de riesgo en la enfermedad tras incidir en la aparición de los primeros brotes de esquizofrenia, también podría agravar su sintomatología.

CBD COMO TRATAMIENTO ANTIPSICóTICO

Actualmente la forma tradicional de la medicina para manejar los síntomas de la esquizofrenia se basa en medicamentos antipsicóticos, estos medicamentos son realmente efectivos para controlar alucinaciones y devolverles el juicio de la realidad a los pacientes, sin embargo no son efectivas para controlar los síntomas relacionados al lenguaje y conducta de las personas. Además, estos medicamentos suelen provocar efectos adversos importantes en los pacientes que los toman, e incluso un 20% de los pacientes no presentan ninguna mejoría tras su administración.

Por todo ello, se ha desarrollado un interés creciente por el estudio del sistema cannabinoide endógeno como posible nueva diana terapéutica para el tratamiento de la esquizofrenia. Este interés por los efectos de la planta sobre la esquizofrenia no es tan reciente como pareciera, en 1995 Zuardi publicó un informe de caso de un paciente con esquizofrenia al cual le administró CBD, teniendo una mejoría de los síntomas sin presentar efectos adversos.

En el año 2006 se publica en la Revista «Neuropsychopharmacology» otro estudio realizado por Zuardi y colegas, de tres pacientes con diagnóstico de esquizofrenia de sexo masculino que eran resistentes al tratamiento con antipsicóticos clásicos. Dos pacientes presentaron una discreta mejora con el CBD y el otro no mostró respuesta alguna, pero todos tuvieron tendencia al agravamiento con la suspensión de la droga. Ninguno de los pacientes presentó efectos adversos durante el uso del CBD.

Otro reciente estudio publicado el año 2010 por el mismo autor y en la misma revista, muestra que una resonancia magnética funcional confirmó la idea del potencial antipsicótico del CDB. En este estudio, los investigadores encontraron que el THC y CBD tuvieron efectos opuestos sobre la activación de varias áreas del cerebro que se utilizan en diversas tareas. En un segundo experimento de la misma investigación, el pretratamiento con CDB fue capaz de prevenir la inducción de los síntomas psicóticos agudos inducidos por THC. Este resultado es consistente con el hallazgo de que las muestras de sujetos de los usuarios de cannabis que contienen más CDB además de THC son menos propensos a experimentar síntomas psicóticos que los que fuman muestras de cannabis sin CDB.

Teniendo en cuenta los diferentes hallazgos se plantea que el el CBD actuaría regulando la alteraciones producidas en el sistema endocannabinoide de una persona con esquizofrenia, pudiendo mejorar los síntomas psicóticos de ésta misma, obteniendo menor cantidad de efectos adversos que con la medicina tradicional.

REFLEXIóN

Si bien mucho se habla de que el cannabis produce esquizofrenia, la relación entre la esquizofrenia y cannabis es compleja y todavía no la conocemos totalmente. Conocemos que el cannabis puede ser un factor de riesgo para la esquizofrenia, pero el hecho de que la inmensa mayoría de los consumidores de cannabis no desarrollan esquizofrenia nos muestra que algunas personas son genéticamente más vulnerables a desarrollar esquizofrenia y al efecto del cannabis. Esta relación también ocurre en sentido inverso, ya que la gran mayoría de personas con esta enfermedad nunca han consumido antes.

Por otro lado, las investigaciones científicas nos permiten señalar que los futuros pacientes con esquizofrenia tienen alteraciones en el sistema endocannabinoide independientemente del uso de cannabis. Además, es fundamental no dejar de lado la diferencia que produce el CBD y el THC sobre la esquizofrenia, mostrando efectos opuestos en el cerebro, y siendo el THC el compuesto de riesgo, mientras el CBD una alternativa a la farmacología tradicional, que ha mostrado buenos resultados y con una tolerancia mayor por parte de los pacientes.