Si hace unos meses hablábamos de Icy High, un helado hecho a partir de semillas de marihuana en la pequeña ciudad italiana de Alessio, la última apuesta de Isaac Lappert −un reconocido emprendedor del rubro de las heladerías en EE.UU.− no ha dejado indiferente a nadie, porque sus postres no solo contienen el sabor del cannabis, sino también sus efectos psicoactivos.
Y es que su nueva empresa, creada el 2014 bajo el nombre de Cannabis Creamery, está produciendo helados con potentes dosis de THC, mismos que luego distribuye a los dispensarios y locales que están autorizados para comercializar este tipo de productos.
Cada vaso del gélido manjar tiene 60 milígramos del famosos cannabinoide, cantidad que a juicio del mismo Lappert puede ser excesiva para quienes no han tenido experiencias previas con la weed: “Los productos comestibles afectan a diferentes personas de una manera diferente, debido a que el THC se une a las células de grasa corporal pudiendo afectar a personas de manera diferente dependiendo de lo que pesen, de la misma manera que hace el alcohol”.