Reportajes

Boxing & weed: Fumar y entrenar

Son más de una decena de hombres y mujeres que se juntan a entrenar bajo las normas del box. Algunos de ellos llevan más de un año ejercitándose de forma constante. Incluso un par ya ha participado de veladas de combate en Curicó. Son un club de boxeo atípico que mezcla una rutina exigente y la marihuana. La apuesta para quien quiera ingresar es ejercicio de lunes a viernes. Acompañamos a este club social y deportivo en un entrenamiento y aprovechamos de fumar con ellos para hacerle honor a su nombre. Acá la historia.

Nos juntamos cerca de las 20 horas con Juan Pablo en Curicó, ciudad donde el Club Social y Deportivo Boxing & Weed funciona hace un año y medio. Él es uno de los fundadores y nos cuenta que “ya van como 3 camadas que han pasado por acá. Llevamos cerca de un año y medio funcionando. Este club lo fundamos junto a Felipe, con él empezamos esto y ahora me toca a mí llevar esta etapa”.

A principios de 2017, Boxing & Weed apareció en un reportaje del semanario The Clinic. Ahí Felipe Goren, médico y miembro fundador del club, comentaba que boxeo y marihuana eran “la mezcla perfecta entre un deporte de contacto y la tranquilidad para enfrentar al oponente con reflejos y soltura. Fumar no solo te ayuda a superar el cansancio durante los primeros 20 minutos de calentamiento, sino también te enfoca en aprender los aspectos técnicos durante toda la clase”.

Juan Pablo también sostiene que esta idea de que fumar marihuana antes de entrenar ayuda en ese difícil momento en que comienzas la rutina y la modorra se apodera de ti. Además agrega que  “con la rutina de entrenamiento que hacemos, te vas a la casa, te bañas y te fumas uno y estás listo para dormir”, cuenta Juan Pablo.

Otros miembros del club sonríen con el comentario de Juan Pablo y comentan —a modo de broma— que lo ideal es fumar antes, durante y después. Eso sí, destaca Juan Pablo, que fumar y entrenar está bien pero subirte al ring es otra cosa, y “fumado no sirve ya que te resta el impulso necesario para pelear. No vas a subir con la mirada de tigre, que es necesaria para ganar”, cuenta Juan Pablo quien ríe al recordar la expresión “la mirada de tigre”.

Después de un rato ya somos cerca de 10 personas y Juan Pablo nos propone movernos hasta la cima del cerro Condell, pero no sin antes fumar.

Algunos comienzan a armar caños con generosos cogollos que aromatizan las bancas donde estamos ubicados. Claudio, aunque prefiere que le digan “Perrín”, se lanza una teoría de por qué la marihuana que se da en Curicó es buena.

“Acá las verduras, las frutas, el vino, todo es de muy buena calidad, entonces la marihuana que hay acá también es muy buena”, se encoge de hombros como pidiendo disculpas por su suerte.

La chilindrina tiene las manos livianas

Daniela tiene 23 años y es parte del club desde los inicios. “Me gustó porque caché que podía conocer más mi cuerpo y al mismo tiempo aprender a pegar un buen golpe. Después vi que podía mantener un mejor físico y seguí entrenando”.

Respecto a la marihuana, Daniela le resta importancia y lo ve como un dato más. Señala que su familia acepta que sea usuaria porque ven que tiene una vida activa y ligada al deporte.

“Desde que empecé a entrenar he rallado un poco la papa y cuando le cuento a alguien, ya sean mis tíos o amigos, a mi papás, que estoy entrenando box y que en el club se fuma mota, siempre para mi sorpresa se quedan con que realmente estoy aprendiendo box y les encanta eso”.

El entrenamiento constante le ha permitido a Daniela participar de una velada boxeril en la ciudad.

Perrín cuenta que a Juan Pablo le tocó combatir con un tipo 15 kilos más pesado que él y que logró un empate con olor a triunfo.

“Es muy intenso cuando das un golpe y el público reacciona y grita. Uno percibe esa sensación, es muy potente”, cuenta Juan Pablo mientras se pone unos guantes para posar junto a unos caños que rolaron hace un rato.

Daniela, quien es vista como una integrante aventajada del club, también participó de la velada y se subió al ring. Su contrincante era conocida como  la “chilindrina”.

“Había que aprovechar la oportunidad de subir al ring y me sentí genial. Un montón de gente conocida me apañó. La pelea fue muy amistosa para ser pelea de box”, cuenta Daniela y reconoce que perdió ese combate porque le “cuesta mucho ir a pegar con intención a la cara”.

“La chilindrina me pegó caleta pero tenía varios kilos menos que yo. No me dolió ni uno pero quedé media mareada después”, reconoce Daniela dándose el tiempo de darle una vuelta a su derrota.

“Uno queda con la sensación de que pudo haber hecho mucho más, pero lo que sale en el ring es lo que más repetiste en el entrenamiento”, agrega.

El entrenamiento

Después de fumar un bate y varios caños, Juan Pablo nos propone subir al Cerro Condell. Lo hacemos en una caminata rápida y en un mirador, casi llegando a la cima, paramos, y los integrantes del club dejan sus bicicletas y mochilas y comienzan a calentar.

La secuencia de ejercicios rápidos se va mezclando con una serie de repetición de golpes. Entrenan de forma enérgica y Juan Pablo, en un breve descanso, me comenta que siempre entrenan escuchando metal.

Juan Pablo dirige la sesión pero es un entrenamiento grupal. “Es muy aburrido entrenar boxeo solo. Es fundamental estar con otros para motivarse”, nos cuenta mientras vuelve a la rutina de entrenamiento y le dice al resto de los integrantes que es el momento de ponerse los guantes y juntarse en parejas.

“No todos los días venimos al cerro, generalmente entrenamos en un colegio donde nos prestan un espacio para entrenar. Ahí podemos escuchar metal y el entrenamiento es muy diferente”.

Nuestra última parada la hacemos en la Alameda de Curicó que está a un costado del cerro. La cara de los que entrenaron denota todo el esfuerzo físico de casi una hora de ejercicios aunque todos reconocen que hoy fue una rutina corta.

Se prenden los últimos caños en la Alameda. Son cerca de las 11 de la noche. Hacemos las últimas fotos aprovechando que están ensayando algunos golpes hasta que lentamente cada uno se despide.

Por hoy el boxeo y la marihuana se han acabado.

Este artículo fue publicado en la edición 128 de la revista Cáñamo.