Cultivo

La Germinación

Sin duda éste es el paso que más ha costado dar a muchos cultivadores, pero una vez decididos debemos considerar algunos factores.

Hoy en día existen muchos bancos de semillas de cannabis y cada banco tiene una larga lista de variedades para ofrecer. Sin embargo, aquí dejamos unos tips para aquellos que al tener varias semillas a disposición, no quieren equivocarse en la elección. Consideraremos la dureza de la semilla, es decir, que al presionarla esté firme y no se quiebre con facilidad. Colores claros y semillas blandas indican una mala conservación y mala calidad de la semilla.

Una vez hecha la elección existen varias formas de germinar, aunque todas las técnicas que se utilizan buscan hidratar la semilla y así comenzar la vida en el interior. Una buena técnica es poner agua en un vaso y depositar directamente las semillas a germinar. Se puede esperar a que éstas se abran o una vez pasados un par de días se hundan, procederemos a depositarlas en el sustrato o el medio elegido, los más utilizados suelen ser la lana de roca o semilleros de turba conocidos como ‘jiffy’.

Existe otra técnica, que consiste en cubrir la semilla con un algodón húmedo, hasta que se pueda observar la aparición de las dos primeras hojas que son redondas, llamadas cotiledones. Una vez que esto ocurra procederemos a ubicarla en la maceta en la que la haremos crecer.

Independientemente del método elegido para germinar, deberemos preocuparnos porque las semillas siempre estén a oscuras, ya que la raíz, al no tener clorofila, no es capaz de resistir a la luz (son fotosensibles).

Es muy importante considerar que la tierra o el medio elegido para  el proceso de germinado nunca llegue a estar completamente seco, ya que, como mencionamos anteriormente, buscamos que la semilla esté siempre hidratada. La humedad ideal para la germinación es 65% y la temperatura 25° C.

Una vez que se haya producido la germinación, veremos aparecer los cotiledones. Estos contienen la reserva de energía que la planta necesitará. Luego de que los cotiledones se hayan vuelto amarillos, sabremos que la planta ya agotó su reserva, éste será el momento en que deberemos comenzar con el abonado.

En resumen, para germinar necesitamos ganas, paciencia y amor.

Por Jovika / Imagen: Alchimia Web

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