El icono del reggae y de la marihuana por excelencia, ha sido y siempre será Bob Marley. Su música ha conquistado a personas de todo el mundo y su estilo de vida ha sido imitado por muchos.
Hijo de una mujer de color jamaicana y de un hombre blanco de ascendencia inglesa, Marley tuvo que luchar de chico contra los prejuicios que existían en Jamaica contra la gente mulata como él. Lo que no impidió que el jamaicano persiguiera sus sueños y se convirtiera en un líder del movimiento “rasta”.
Declarado pacifista y fiel defensor de la fe rastafari, fue galardonado con la Medalla de la Paz de Naciones Unidas, y nos dejó unas cuantas frases a lo largo de su vida que muy bien resumen la manera en la que le gustaba hacer, experimentar y vivir las cosas.
“No tengo educación. Tengo inspiración. Si hubiera sido educado, sería un completo idiota.”
El padre de Bob Marley murió cuando solo tenía 9 años, por lo que la crianza y el cuidado de Bob, quedaron a cargo de su madre, Cedella Booker. La jamaicana trataba por todos los medios de mantener a su hijo, pero vivían en la extrema pobreza en una casa que no contaba ni con agua ni con electricidad.
Pese a haber tenido una infancia tan dura, Bob Marley consiguió llegar a lo más alto en la escala de fama mundial haciendo lo que más le gustaba. Esto no quiere decir que una buena educación no sea importante, pero si puede reflejar que la sociedad siempre se ha visto presionada a especializarse y tener estudios universitarios, relegando a las personas que se dedican a otros oficios. Y a veces, dedicarse a hacer lo que a uno le gusta es más importante.
“La grandeza de un hombre no está en su riqueza, si no en su integridad y su capacidad de afectar positivamente a todos los que le rodean.”
Cuando a Bob le preguntaron en una entrevista que si era rico, el preguntó que a qué tipo de riqueza se refería el entrevistador. Este le contestó a que si tenía muchas posesiones o dinero en el banco, a lo que Bob contestó que no, que él no tenía esa clase de riquezas, que su riqueza sería vivir para siempre.
Cardi B, otra artista que ha pasado en muy pocos años de no tener carrera musical a ser un ícono mundialmente conocido, habló en una revista sobre los contras de tener tanta fama y dinero: “aunque soy feliz, creo que era más feliz dos o tres años atrás, cuando tenía menos dinero. Había menos gente que opinaba sobre mi vida. Sentía que mi vida era mía. Ahora siento que a veces ni si quiera mi vida es mía, siento como si el mundo fuera dueño de mi”.
Es cierto que Marley no vivió la intensidad mediática que viven ahora las celebridades a través de las redes sociales, en las que un solo post puede desatar la caída en picado de la imagen de una persona o una dependencia de los likes, que puede degenerar en graves enfermedades psicológicas y mentales. Pero Marley siempre lo tuvo claro, y la fama y el dinero no eran cosas que persiguiera en su vida.
«La vida es una gran carretera llena de señales. Así que cuando estés pasando por las diferentes rutas, no compliques tu mente. Huye del odio, del mal y de la envidia. No entierres tus pensamientos, haz que tu visión se convierta en realidad. ¡Despierta y vive!»
Como buen pacifista y defensor de la fe rastafari, para Marley no había otra cosa que el respeto hacia los demás, y la idea de que una vida sin odio y envidias era posible. Hoy en día es complicado en muchas ocasiones no preocuparse por lo que los demás piensan de nosotros y buscar la aceptación de nuestros semejantes a toda costa. Pero lo que acá está diciendo Marley es precisamente que debemos ser aceptados tal y como somos, y que por tener una visión diferente de la vida no tenemos por qué estar equivocados. Viviendo la vida que nos ha tocado vivir y apreciando las buenas cosas, podremos lograr nuestro propio camino. Es en el momento en el que nos centramos en las cosas que no importan cuando nos desviamos de nuestros objetivos.
“Vive solo para ti mismo y habrás vivido en vano; vive tu vida por los demás y volverás a vivir”.
La música de Bob Marley indiscutiblemente está llena de frases y mensajes sobre el amor, vivir en comunidad y compartir las buenas experiencias con los demás. Curiosamente, hay países en los que la gente que vive en extrema pobreza, es la que más comparte, siendo capaces de regalarle el pan de sus hijos a cualquier persona que crean que lo necesita. Este es un poco el mensaje que transmite el icono del reggae con esta frase. Si una persona es feliz y está en paz, vivir en conjunto con los demás, es algo que sucederá de manera innata. Es cuando las personas son infelices y están presionadas por conseguir hartas cosas impuestas por la sociedad cuando se vuelven egoístas, envidiosas y solo piensan en los logros individuales, cuando tienen mucho más significado los logros en comunidad.